Breves Recetas de Economía. Hechos son amores

JAVIER LARA CABALLERO

En días recientes, el Ejecutivo Federal a través de la Secretaría de Hacienda hizo entrega de manera formal de la propuesta de Presupuesto de Egresos para el 2023, y como lo hemos abordado en múltiples ocasiones en este espacio, ello representa una perfecta oportunidad para poder medir con datos duros, las verdaderas intenciones acerca del rumbo que se pretende dar a nuestra economía. Analizando a detalle la propuesta, podemos darnos cuenta de si todo aquello que nos dicen los políticos, tiene o no viabilidad. Por poner un ejemplo, nos pueden decir en el discurso que todos los alumnos recibirán útiles escolares gratuitos, pero si no se destinan los recursos para ello, jamás sucederá. Así de simple podemos saber lo que nos espera en el buen y en el mal sentido.

El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) estima que el Gobierno Federal gaste ocho billones 299 mil 647 millones de pesos en el 2023, un aumento real de 13% con respecto a lo aprobado en el ejercicio fiscal anterior. En contraparte, la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF) para el ejercicio fiscal 2023 tiene contemplados ingresos por 8.3 billones. El presupuesto para el 2023 se financiará a través de ingresos petroleros (1.3 billones de pesos) e ingresos no petroleros (5.8 billones de pesos). Asimismo, se estiman contratar 1.2 billones de pesos a través de deuda. ¿No que no íbamos a pedir prestado?

El presupuesto se divide básicamente en dos grandes rubros: el gasto programable y el gasto No programable. El gasto No programable es aquel del que no podemos disponer porque forzosamente lo tenemos que pagar. Son pagos que no podemos evadir porque eso acarrearía consecuencias no deseadas. En el Sector público, el más importante de ellos es el pago de intereses de la deuda. Ahora bien, como es de todos sabido, los intereses han subido, al igual que la inflación, y nuestro gobierno tendrá que pagar más intereses en 2023.

Pagar más intereses ocasionará que necesitemos más recursos, para lo que será necesario recurrir a algo a lo que nos habían dicho que no haríamos: pedir más dinero prestado, ya que no estamos dispuestos a aumentar los impuestos ni a reducir nuestro nivel de gasto en los programas sociales, ni cancelar las obras emblemáticas. Por lo anterior será necesario adoptar medidas extraordinarias para cubrir el déficit presupuestal derivado de nuestras obligaciones financieras. Un solo dato lo engloba todo: el costo financiero de nuestra deuda será 29.9 por ciento mayor en términos reales que en 2022.

En materia de inversión, el gobierno propone una inversión de 143 mil millones de pesos en los trabajos de construcción del Tren Maya, siete mil millones para el tren México Toluca, y mil 250 millones para la construcción que nos llevará de Lechería a Jaltocan (AIFA). En próximas entregas desmenuzaremos la propuesta para que todos podamos conocer la realidad de las cifras y no lo que se esconde en los discursos. Hechos son amores.