Breves recetas de Economía. El guardadito de Hacienda
JAVIER LARA CABALLERO
Todos los mexicanos conocemos el término “guardadito”. La palabra representa situaciones aspiracionales, como cuando decimos que nos queremos comprar algo, por lo que estamos haciendo nuestro “guardadito”; y también está ligada a situaciones imprevistas, y por ello, cuando debemos enfrentar alguna situación adversa, echamos mano del “guardadito” para afrontarla. Al igual que cualquier ciudadamno, resulta que la Secretaría de Hacienda, también cuenta con su “guardadito”, al que le puso el nombre de Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios “FEIP”.
El FEIP tiene su antecedente en el Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros, creado en los años de bonanza en los que los precios se econtraban por las nubes, y que se diseño para prevenir la caída de los mismos. En el añó 2014, en el marco de la Reforma Energética, la Secretaría de Hacienda modificó su esquema y sus reglas de operación para convertirlo en el actual FEIP.
Cada año, cuando el Congreso de la Unión aprueba la Ley de Ingresos, lo hace basándose en un escenario de supuestos, es decir, sobre estimados y proyecciones en diferentes variables, tales como la proyección de los precios del petróleo y el cumplimiento ciudadano de sus obligaciones fiscales. Si el petróleo sube de precio, o si toda la ciudadanía cumple con el pago de impuestos, los ingresos rebasarían las estimaciones, lo que no representaría ningún problema. En cambio, si por cualquier razón los ingresos son inferiores a lo estimado, será necesario echar mano de una serie de medidas de ajuste.
La primer medida es recurrir al Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP), que es un ahorro del que dispone el Estado Mexicano que justamente tiene como objetivo, “aminorar el efecto sobre las finanzas públicas y la economía nacional cuando ocurran disminuciones de los ingresos del Gobierno Federal respecto a los estimados en la Ley de Ingresos, para propiciar condiciones que permitan cubrir el gasto previsto en el Presupuesto de Egresos”
El “guardadito” del FEIP cuenta con la friolera de poco más de 260 mil millones de pesos, de los cuales, ya nos gastamos alrededor de 150 mil millones, por lo que nos queda más o menos un saldo de 110 mil millones para acabar el año.
Si se llegaran a acabar esos 110 mil millones, tendráimos que empezar a tomar medidas más radicales, tal y como lo hacemos los individuos en la vida cotidiana. Si cualquiera de nosotros enfrentara una reducción drástica en sus ingresos, emprenderíamos una serie de recortes para ajustarnos a la realidad, ya que no podemos gastar más de lo que ingresamos.
En ese caso, es muy probable que nuestros recortes los haríamos sobre gastos no prioritarios, como ir al cine por ejemplo, ya que lo que no podríamos hacer es dejar de comer para no gastar. Lo mismo sucede con el gobierno, y en caso de que nuestro guardadito no sea suficiente, muy pronto comenzarán los recortes, lo cual nunca es deseable, pero tampoco significa el fin del mundo.