Avanza la pandemia y crecen los males para el pueblo
OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO
Los datos oficiales no admiten lugar a dudas, crece desorbitadamente el número de enfermos de coronavirus en el mundo entero y en México no se diferencian los números de lo que sucede en la faz de la tierra, ciertamente el epicentro de la pandemia sigue siendo Estados Unidos con 1, 292,114 casos y 76,905 muertos, pero en América de cerca le siguen Brasil con 135,106 enfermos de covid-19 y Ecuador con 30,298 casos y 1627 muertos, seguido muy de cerca por nuestro país con 29,616 y 2961 decesos.
Bastante preocupantes los datos anteriores que crecen exponencialmente a pesar de que se pronosticaba llegarían a la cúspide de contagios entre el 6 y el 8 de mayo y a partir de ahí iniciaría el descenso de las victimas del terrible virus y nadie en su sano juicio pretende la exactitud milimétrica como burlonamente espetó el Subsecretario Hugo López Gatell encargado de informar sobre el avance de la pandemia y las acciones emprendidas por el gobierno federal, pero lo grave del asunto es que no hay un diagnóstico preciso y con recurrencia se cambian las fechas o conclusiones sobre el virus, generando desinformación entre la ciudadanía a grado tal que comunicadores como Javier Alatorre o Gobernadores de distintos orígenes partidistas como Enrique Alfaro de Jalisco (MC), Javier Cabeza de Vaca de Tamaulipas (PAN) y los morenistas Jaime Bonilla de Baja California y Miguel Barbosa de Puebla han puesto en duda los datos y han llamado al funcionario en cuestión a conducirse con la verdad para tomar las decisiones correctas.
Una cosa es cierta no se vislumbra el final del túnel y en cambio los datos le dan la razón a los pesimistas pues sin considerar a quienes afirman con datos serios que hay un registro impreciso y tomar como válida la información gubernamental podemos concluir que tenemos una altísima tasa de mortandad con 9.7%, dato por arriba del 6.9 que se promedia en el mundo y crece la preocupación si consideramos que llegar a los primero 6500 casos positivos nos llevó 49 días, los segundos 8 días, los terceros 6 días y en recientemente más de 7000 casos en 5 días, o sea, crece dramáticamente trayendo como consecuencia la saturación de los hospitales en los estados donde hay un mayor número de casos como la CDMX que acumula 8129, EDOMEX con 5077 y Baja California con 2176, por eso aunque se diga que hay camas disponibles la realidad muestra otra cosa y la prensa ha dado cuenta de ello.
Con el crecimiento de la pandemia crecen también las consecuencias de “Quedarse en Casa”, quienes viven al día imposibilitados de ahorrar pues trabajan como jornaleros agrícolas, obreros o comerciantes se debaten diariamente entre la disyuntiva de morir de hambre o victimas del virus. Tal situación se manifiesta dramáticamente en las redes sociales, hoy por la mañana veía un video de una señora que gritaba desesperada a los policías que no podía retirarse de una plaza pública donde ejercía el comercio pues de ello dependía su sobrevivencia diaria y lo mismo acontece en otras latitudes, escuchaba con dolor e impotencia el relato de un compañero de Tierra y Libertad que explicaba que debía subsistir todo el mes con 1300 pesos que le habían depositado y tan solo eran 600 del recibo de agua, “no tendremos para comer, pues falta pagar la luz y la renta”.
Ante tal circunstancia crece el clamor popular, con cartulinas, con trapos blancos, cartas, perifoneos la gente más necesitada quiere hacerse notar ante la autoridad y por nuestra parte de manera formal buscamos la intervención gubernamental y lo hicimos mediante un escrito presentado el pasado 1 de mayo en la Secretaría del Bienestar a la Delegada Verónica Díaz Robles para solicitar inclusión en los programas federales y creación de un programa alimentario nacional que se entregue mediante la estructura gubernamental, pero que llegue a las familias.
¿Cuál ha sido la respuesta?, mutis absoluto, ni siquiera se ha podido concretar la entrevista solicitada a la funcionaria en cuestión y lo peor de todo es que salvo el gobierno estatal a cargo de Alejandro Tello que ha implementado acciones de asistencia alimentaria; pues varios Alcaldes, los Diputados Locales, federales, funcionarios públicos mayoritariamente morenistas han desaparecido en absoluto y sólo se dedican a batear a quien les pide solidaridad. Es tiempo que la gente vea la realidad, cada vez más se desdibuja ese cambio esperanzador que ofertaron en la campaña de 2018 y en su lugar queda la arrogancia, el desdén y el menosprecio, que debe llevar a concluir a la gente que por ningún motivo puede seguir encumbrando a quien le da la espalda, hoy el pueblo necesita de la clase gobernante, mañana será muy tarde.