Amistad en Internet sin poner en riesgo tus datos personales
JULIETA DEL RÍO VENEGAS
Hoy 14 de febrero celebramos el Día del Amor y la Amistad. Fecha que representa una oportunidad para reflexionar sobre cómo el avance sostenido de las tecnologías de la comunicación y la información ha consolidado el romance cibernético.
Si bien la “digitalización del amor” puede ser considerada como un lucro impulsado por las grandes corporaciones tecnológicas o una posibilidad de democratizar las conexiones emocionales y afectivas, también puede representar un peligro para nuestra seguridad y privacidad.
Queda claro que, el proceso de digitalización que hemos vivido durante las últimas décadas ha modificado la forma en la cual nos relacionamos con las demás. Actualmente es posible hacer amigos o enamorarse a través de internet; sin embargo, nuestros datos personales pueden estar en riesgo.
Por ejemplo, en 2020, el Consejo de Consumidores en Noruega encontró que 10 aplicaciones (del estilo de Tinder, Bumble, Grindr, Match, entre otras) recolectaban información sensible como la ubicación exacta, la orientación sexual, ideología política y religiosa, uso de drogas, entre otros datos personales —cuya difusión o mal uso pueden vulnerar la esfera más íntima de sus titulares— y los compartían con al menos 135 compañías terceras. Esta acción violó el marco normativo europeo para regular la protección de datos personales, por lo cual hubo sanciones al respecto[1].
Según diversos especialistas, este panorama no ha mejorado con el paso de los años; por el contrario, se ha agravado con el uso de chatbots “románticos” que utilizan Inteligencia Artificial o con requerimientos de datos biométricos en distintas apps. El gancho está en promover que cuantos más datos personales compartas, mayores las probabilidades de hacer un “match” genuino y conveniente para tus intereses; no obstante, no se cuenta con protecciones fiables sobre nuestra información personal[2].
A pesar de ello, de acuerdo con Statista, el servicio de aplicaciones de citas en línea ha crecido exponencialmente en México y en América Latina. En nuestro país, a finales de 2024 se pronosticaban alrededor de 5.6 millones de usuarios, principalmente jóvenes de entre 18 y 24 años.
Hace unos años, en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) publicamos el libro “La privacidad en la era de las redes sociales”, escrito por el académico Miguel Recio Gayo. Este texto, que contó con el apoyo del Comité editorial del INAI —el cual tengo el honor de presidir—, muestra con claridad que hay violencias digitales específicas que debemos tener en el radar.
La sextorsión (chantaje en contra de una persona utilizando contenidos sexuales íntimos); el ciberacoso; el grooming (un adulto que se hace pasar por un menor de edad para acercarse a infancias y adolescencias), entre otras conductas, pueden estar presentes en estas aplicaciones de citas en línea y nos colocan en riesgo, especialmente a los menores de edad.
Hay que decirlo: querer conocer personas, hacer amistades y enamorarse a través de la web no es en ningún sentido un delito; solo estemos atentos. Que la prevención guíe siempre nuestra vida digital.
X : @JulietDelrio
[1] https://www.npr.org/2020/01/14/796427696/study-grindr-tindr-and-other-apps-share-sensitive-personal-data-with-advertisers
[2] https://foundation.mozilla.org/es/privacynotincluded/articles/data-hungry-dating-apps-are-worse-than-ever-for-your-privacy/