Amenazan de muerte a alcalde de Tepechitlán y le exigen renuncia
Zacatecas, Zac.- El presidente municipal de Tepechitlán, Adolfo Cortez Santillán, fue interceptado y amenazado de muerte por presuntos integrantes de la delincuencia organizada, quienes le exigieron abandonar su cargo. El hecho ocurrió el miércoles 16 de abril, cuando el edil se desplazaba por una carretera local. Desde entonces, su vida, la de su familia y la de su equipo de trabajo están bajo resguardo del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional.
Cortez Santillán, quien asumió funciones en septiembre de 2024 tras obtener el triunfo electoral postulado por el Partido del Trabajo, Nueva Alianza y Encuentro Solidario, relató los hechos en un video difundido en redes sociales. El mensaje fue grabado al pie de la presa Miguel Alemán Excamé, una zona turística ubicada a casi 200 kilómetros al suroeste de la capital zacatecana.
“Temo por mi vida, la vida de mi hijo, de mi hermana, de mis familiares directos y también la vida de mis compañeros de trabajo que integran la administración 2024-2027”, declaró. En su testimonio, añadió que un vehículo sin placas se le acercó mientras caminaba. Del interior descendieron sujetos encapuchados portando tubos metálicos. Al sentirse amenazado, corrió del lugar para resguardarse. La agresión no dejó lesionados.
Tras el atentado, elementos del 53 Batallón de Infantería, de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal Preventiva acudieron en su auxilio. Cortez fue acompañado al Ministerio Público para formalizar su denuncia. La Fiscalía General de Justicia del Estado confirmó que se ha abierto una carpeta de investigación y se han activado los protocolos de protección para salvaguardar su integridad.
En el video, el alcalde precisó: “Yo nunca he tenido problemas. Pero desde que comencé en la política, derivado de eso ha habido situaciones muy complicadas. No me dejan trabajar”. Aunque no ofreció nombres, señaló que hay personas que lo quieren fuera de la presidencia municipal. Afirmó también que si algo le ocurre a él, a su familia o a los miembros de su administración, responsabiliza directamente a quienes lo agredieron.
En la misma grabación hizo un llamado a la ciudadanía para que no lo dejen solo. “Yo estaré en el puesto hasta que el pueblo me lo demande. Éste fue el que me dio la confianza y voy a responder hasta el final. Les encargo sus oraciones a toda la comunidad de Tepechitlán”, expresó.
La situación del edil no es aislada. La región que comprende los cañones de Tlaltenango y Juchipila —incluido el municipio de Tepechitlán— es uno de los territorios más disputados por células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa. La pugna por el control del trasiego de droga, las rutas serranas y la cooptación de autoridades locales ha recrudecido en los últimos tres años, afectando la gobernabilidad en al menos una docena de municipios del centro y suroeste del estado.
Aunque las autoridades estatales han reconocido la presencia de estos grupos, los avances en las investigaciones son escasos. Zacatecas atraviesa desde 2021 una crisis de seguridad que ha dejado a su paso alcaldes asesinados, funcionarios extorsionados y comunidades desplazadas.
En el caso de Cortez Santillán, los roces con la síndica municipal, Elsa Luna Arellano, su compañera de fórmula, han sido públicos desde que ambos tomaron protesta. Fuentes locales aseguran que las diferencias políticas han escalado a niveles preocupantes. Sin embargo, el presidente municipal evitó referirse a ello directamente y tampoco vinculó a figuras específicas en su denuncia pública.
Mientras tanto, la Policía de Investigación continúa recabando datos sobre el atentado, sin que hasta el momento se haya dado a conocer la identidad o el paradero de los agresores.
El alcalde insistió en su decisión de permanecer en el cargo: “Hay un grupo de gente que no me deja trabajar. Les pido su confianza y haré todo lo que esté en mis posibilidades por el bien de Tepechitlán”.
La gravedad de los hechos expone, una vez más, la fragilidad institucional en las regiones donde el crimen organizado impone sus reglas. En Tepechitlán, como en tantos otros rincones del país, ejercer el poder municipal se ha convertido en un acto de riesgo. Aquí no hay más blindaje que la voluntad política y la protección del Ejército. Pero el miedo, ése que se instala sin hacer ruido, ya gobierna desde las sombras.
LNY/Redacción