Alumnos de Antropología presentan monografía sobre El Orito
Zacatecas, Zac.- Hasta donde se sabe, y de acuerdo con los pocos registros históricos con que se cuenta, los orígenes de El Orito (comunidad ubicada en el sur de la Ciudad de Zacatecas), se remontan a un llamado “Rancho de El Orito”, surgido en los inicios del periodo colonial cuando la Corona Española se interesó en explotar las riquezas naturales y minerales del continente recién descubierto, exploraciones que en Zacatecas comenzaron en 1542.
Lo anterior no concuerda con la tradición oral de los actuales pobladores de El Orito, quienes para explicar el nacimiento del lugar cuentan la leyenda de que hace muchos años una tal “Condesa de la Pimienta”, en visita por sus tierras encontró un grupo de personas que en una pequeña choza adoraban a San Antonio de Padua, santo del que aquella mujer era devota.
La tal Condesa de la Pimienta (de la que no existen registros documentales), les dijo a los aldeanos que les regalaba esas tierras donde vivían, con la condición de que construyeran un templo dedicado al santo y continuaran celebrándolo cada año.
La versión, elaborada a partir de diversos testimonios proporcionadas por habitantes de la comunidad, así como otros datos verbales de fiestas y tradiciones, religión, costumbres familiares y vida actual, son recogidos en la monografía “Historia y Tradiciones de un Pueblo Minero: El Orito, Zacatecas”, texto elaborado por los alumnos de la Unidad Académica de Antropología de la UAZ, Mayra Robles Rosales y Francisco Alonso Medina Bañuelos.
Tanto en entrevista, como en la presentación de la monografía realizada en el foyer del Teatro Fernando Calderón, Leonardo Santoyo Alonso, docente de la UAA-UAZ, comentó que la obra “es un libro con valor agregado”: Aparte de su aportación académica, motiva a que los alumnos y los propios docentes se animen a realizar y publicar trabajos que recuperen la memoria colectiva.
Para el profesor universitario la publicación tiene el mérito de que no se hizo por obligación ni porque formara parte de alguna obligación curricular, sino por el interés de ambos alumnos por recabar los testimonios orales de la comunidad de El Orito y de reforzarlos con documentos, mapas y fotografías, para terminar “con un buen cuerpo documental que dan certidumbre de su carácter académico y no sólo de una monografía pasajera”.
En síntesis, la obra muestra fotografías de puntas de flecha encontrados por los habitantes, que confirman las afirmaciones de los historiadores y antropólogos de que la “región norteña” del país fue habitado desde tiempos ancestrales por grupos humanos con características únicas que diferían a los grupos sureños y mesoamericanos. Es el caso de los zacatecos, guachichiles, caxcanes, tecuexes, guayares, pames y otomíes.
Así como la anterior información, el lector de “Historia y Tradiciones de un Pueblo Minero: El Orito, Zacatecas”, puede encontrar a través de 108 páginas, escritas con un lenguaje ameno y muy ilustrativo, las tradiciones actuales de dicha comunidad, como son los festejos religiosos, de bodas y quince años.
También se habla de los alimentos tradicionales y de las relaciones de parentesco que existen, ya que según los autores, es práctica común que al momento de escoger pareja las personas elijan a habitantes de la misma comunidad, lo que hace que sean menos las personas que se integren a lo que ellos llaman como “una gran familia”.
Durante la presentación, Mayra Robles Rosales y Francisco Alonso Medina Bañuelos, autores de la publicación, hablaron de las dificultades iniciales para vencer la desconfianza de los integrantes de Comunidad, quienes, por lo general, se negaban a prestar documentos, objetos o fotografías, porque dudaban del buen uso de los mismos.
Ahora, a decir de los autores, después de concluir el trabajo que llevó más de dos años, los mismos pobladores comentan lo que faltó incluir o de lo que no fue necesario destacar. Ello, concluyeron, es síntoma del interés que despertó el libro dedicado a El Orito.
