Alto el número de adolescentes que consumen alcohol: Valdivia

Una de las drogas legales que está incrementándose entre la población joven es el alcohol, en la actualidad el número de adolescentes que lo consumen es alto, aseguró el psicólogo Juan Valdivia del Hospital General del ISSSTE.

Indicó que al ser una droga que modifica la conducta de las personas, inhibe a los que la consumen y está al alcance de la mayoría de la población. En los últimos tiempos se ha disparado los niveles de adquisición de la misma.

El psicólogo puntualizó que un patrón que siguen las personas que están enfermas de alcoholismo es un vínculo de violencia con sus familiares, es decir, ejercer el control sobre otras personas, además de que son dependientes y en muchas de las ocasiones comienzan a modificar su estilo de vida.

Otro de los patrones que siguen es la conducta pasiva, son cómodos (dejan que los demás resuelvan sus problemas), se victimizan y a la vez son personas depresivas.

Dentro de las terapias que se ofrecen en el ISSSTE para este tipo de personas se encuentran las psicológicas, las cuales trabajan con la misma familia, en donde se comienza a analizar la raíz de la enfermedad, el origen del alcoholismo, posteriormente el observar la conducta de la familia y su entorno habitual.

“Muchas de las ocasiones las personas que son alcohólicas, se debe a que en su familia desde muy temprana edad observaban al padre o a la madres ingerir grandes cantidades de bebida, por lo que al observar un adolescente o niño esta conducta, se les hace muy normal y cuando llegan a su madurez o a una edad en donde tienen acceso fácil a las bebidas embriagantes comienzan a beber, sin saber de límites”, explicó.

Juan Valdivia puntualizó que los síntomas más comunes que se presentan en una persona que es alcohólica son: Ingerir grandes cantidades de alcohol; pérdida del apetito; insomnio; errores de juicio; faltan al trabajo; aislamiento (puede ser de la familia o de ciertas amistades); padecimientos en el hígado; caídas frecuentes; traumatismos; dependencia.

Familiares muestran coraje

Martha Isabel Elias, madre de un paciente alcohólico, señaló que en el momento en que observó que su hijo presentaba este padecimiento lo primero que sintió fue coraje hacia él.

“No sabía que estaba viviendo con un enfermo, no sabía que el alcoholismo era una enfermedad que se podía tratar, hasta que entendí la gravedad del problema, yo como madre estaba muy afectada, no quería entender que yo podía ayudar a mi propio hijo con esa enfermedad”, argumentó.

La vida de un familiar que tiene un enfermo de alcoholismo cambia mucho, afirmó, se torna un ambiente más violento, con poco cariño, muchas peleas y sobre todo se pierde el respeto hacia los mismos miembros de la familia.

“En el momento que uno acude a los psicólogos, en este caso en el ISSSTE, se puede dar cuenta que vive en la mentira que este tipo de enfermedad se trata y tiene cura, y que además con un poco de cariño, de paciencia y cambiando el modo de pensar, de sentir, de razonar, de entender a la persona enferma, podemos ayudarlos mucho”, expresó.

Martha Isabel Elias argumentó que no solamente es el enfermo el que debe de tomar alguna terapia, sino que la familia influye mucho en su recuperación, ya que posteriormente a que ellos acudan a las pláticas de rehabilitación, tienen que volver a su entorno familiar y se deben de modificar patrones que se siguieron hasta por años.

“Yo lo viví, por más de 20 años, mi hijo comenzó a beber desde que tenía 17 años, ahora tiene 42 años, imagínese cuanto no sufrimos, tanto yo como su madre, como su esposa, pero esto comenzó porque desde su niñez vivimos en un entorno de violencia, su padre era muy violento, yo no pensaba que esa actitud les fuera a afectar psicológicamente y sobre todo diera como resultado la enfermedad de alcoholismo de mi hijo”, explicó.