Alianzas MAR-PAN; izquierda y Monreal
JUAN GÓMEZ *
Esta semana se pondrá de manifiesto la consolidación de la alianza entre el gobernador Miguel Alonso Reyes y el Partido Acción Nacional, pero será también en este año cuando el ex gobernador Ricardo Monreal consolide una definición con la izquierda zacatecana.
Todo parece indicar que el presente año será el de las definiciones políticas que marcarán el rumbo –estabilidad o movilización- de Zacatecas, bajo la conducción del actual gobernador Miguel Alonso Reyes.
El acercamiento del gobernador y el actual diputado panista José Isabel Trejo Reyes, es el primer indicador de las decisiones que ha tomado el Ejecutivo del estado con algunos sectores políticos locales.
Trejo Reyes ha privilegiado el acuerdo con el mandatario estatal bajo la lógica de una alianza estratégica que le sirva a Zacatecas para su avance y desarrollo, pero también para apuntalar su influencia y control en un sector importante del panismo zacatecano.
El ahora legislador federal lidera un grupo de panistas que tienen parte del control de la estructura blanquiazul y del Comité Directivo Estatal, que en la actualidad buscan el control de la dirigencia panista a través de su candidato Leonel Cordero Lerma.
Será el próximo fin de semana cuando los consejeros panistas elijan a su nuevo dirigente y se verá con claridad el triunfo o el repliegue de Trejo Reyes.
En la izquierda zacatecana algo similar sucederá. Su atención y expectativa están puestas en la realización del Congreso Nacional en el que se definirá el rumbo obradorista del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en la ciudad de México, el próximo 19 y 20 de noviembre.
El papel que jugará el ex gobernador zacatecano Ricardo Monreal será crucial para el rumbo de la izquierda en el estado.
El actual diputado federal por la vía plurinominal implementa una estrategia para unir a las distintas corrientes de izquierda agrupadas en el Partido del Trabajo (que actualmente controla a través de sus hermanos) y el partido Movimiento Ciudadano, en donde su dirigencia local se resigna a la intervención del ex mandatario, quien funge como coordinador de la fracción parlamentaria de este partido político en el congreso federal.
Mientras estos movimientos se observan en el escenario nacional y se atisban sus repercusiones en el futuro inmediato en el estado, el gobernador Miguel Alonso Reyes se aleja de los ex gobernadores, quienes antaño constituían los instrumentos de los equilibrios políticos locales.
Alonso Reyes rompió drásticamente con su antecesora Amalia García Medina a quien intentó fincarle responsabilidades por presuntas irregularidades que fueron mostradas por el contralor interno Guillermo Huizar Carranza, aunque finalmente no se le pudo fincar ningún cargo por la protección de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Con el ex gobernador Genaro Borrego Estrada se ha dado un distanciamiento que se puso de manifiesto en la impugnación que hiciera la empresa constructora Techa, propiedad de uno de sus hermanos, quien se inconformó con el fallo otorgado para la construcción de la planta tratadora de aguas residuales Osiris en el municipio de Guadalupe.
Por otro lado la relación con el ex gobernador Arturo Romo Gutiérrez no ha sido del interés del actual mandatario, aunque incorporó a algunos de sus cuadros políticos como Esaú Hernández Herrera, José Manuel Maldonado, Guillermo Ulloa Carreón, Judit Guerrero López, entre otros.
Miguel Alonso está en la antesala de conformar un nuevo grupo político alejado de las influencias de los ex mandatarios, rompiendo de esa manera con el paradigma de los equilibrios domésticos de la política local o bien, ante el infortunio de la inestabilidad política doméstica que le haga retroceder en el mediano plazo.
2013 será el año de la definición.