Agitado proceso electoral en el Club Primera Plana
RAÚL MANDUJANO SERRANO
Dice el creador de los sótanos irreverentes, en tono de fastidio, mientras bebe su tradicional taza de café de olla que, cada vez que escucha o lee el nombre de Teodoro Raúl Rentería Villa o Teodoro Rentería Arróyave, es porque andan “tras la chuleta”, como todos, pero, como que “ya chole” con ellos. O están en la Conalipe, o en la Fapermex, o en la Felap o le brican al Club Primera Plana, y le dan la vuelta al círculo de organizaciones periodísticas. Son como los “políticos chapulines” que viven del presupuesto, que visten bien y viajan con viáticos en plan todo pagado. Quizá es porque son los únicos interesados en visibilizar al periodismo tradicional, al buen periodismo. Decía Gabriel García Márquez que “Ser periodista es tener el privilegio de cambiar algo todos los días», quizá sea eso…
Al parecer los “Teodoros” están detrás de Alejandro Álvarez Manilla, contendiendo por la presidencia del Club Primera Plana, y lo harán contra el todavía presidente del organismo, José Luis Uribe Ortega, quien al parecer desea permanecer en el cargo bajo un término de “extensión de periodo”. La cordialidad y camaradería del Club anda de “capa caída” y en duda. Uribe pretende seguir porque en los 2 años de pandemia las plumas no se reunieron y trabajaron poco. Sólo logró una nueva sede. Yo –dice el amanuense-, sin ser aún miembro del Club, le daría un voto de confianza a Uribe, pero poca empatía se siente y las agresiones proliferan. No se calienten planchas…
Colofón.- México y Cuba, las cifras y los otros datos
Mire usted, en el 2020 llegaron a México alrededor de 800 médicos y enfermeras cubanos contratados por el INSABI, aquel exánime Instituto de Salud para el Bienestar, que hoy agoniza para darle vida al IMSS-Binestar. Esos médicos trabajarían para atender a pacientes de Covid-19, y lo harían en la Ciudad de México y Veracruz.
Se le pagó al gobierno cubano, por esta transacción, poco más de ocho millones de dólares, además de viáticos y hospedajes; de esos dolarucos, 6.2 millones de dólares los puso Sheinbaum, y los otros 2 millones, Cuitláhuac García, y miren, su trabajo ni se notó, no fue mejor que el de los 20 mil galenos mexicanos, contratados durante la pandemia y que luego fueron despedidos. Los médicos de la isla por ley no podían ejercer su profesión en México, así que se declaró una emergencia nacional que justificará el tema y el 24 de abril de 2020 se publicó el acuerdo en el Diario Oficial de la Federación.
Ahora no estamos en emergencia nacional de salud que avale la contratación de otros médicos que acordaron Andrés Manuel y homólogo Miguel Díaz Canel, tampoco sabemos cuántos ni por cuánto serán contratados, pero la ley es lo que menos le importa a Andrés. El periodista hubiera preferido contratar a médicos daneses pero bueno…
Le diré una cosa, agrega el editorialista, además de pagar por esta contratación y pagar en breve por la vacuna cubana Abdala, la filiación y pago de derechos hospitalarios de 25 mil guatemaltecos al IMSS, reprochar a EU la contribución de 4 mil millones de dólares a Centroamérica y condicionar a la Cumbre de las Américas para que inviten a Cuba, Nicaragua y Venezuela, evadiendo que, en la crisis migratoria, México aporta el mayor número de migrantes, con casi 70 de cada 100, pues cree que, en estas giritas, no ganamos, perdemos. Invertimos más en la política “del queda bien” que en cambiarle la cara a México… Hasta otro Sótano.
Twitter: @raulmanduj