Abanderado del PP gana presidencia de Guatemala
Guatemala.- El conservador Otto Pérez Molina, de 61 años de edad, ganó el domingo las elecciones presidenciales de Guatemala para el periodo 2012-2016 y coronó una fulgurante carrera política de menos de una década.
El general retirado y dirigente máximo del Partido Patriota (PP) triunfó con 54 por ciento de los votos en la segunda ronda de elecciones presidenciales disputada al también derechista Manuel Baldizón, ex diputado y acaudalado empresario, quien obtuvo 46 por ciento.
El abanderado del PP se impuso en el séptimo proceso electoral consecutivo desde 1986 cuando se inauguró el actual periodo democrático en Guatemala, tras un periodo largo de dictaduras y gobiernos autoritarios.
El ahora presidente número 48 en la historia de Guatemala llegó al poder en la segunda oportunidad seguida que presentó su candidatura presidencial por el PP, partido que fundó hace diez años.
El militar, quien fue amplio favorito en las encuestas, culminó con su llegada a la presidencia una fulgurante carrera política que se remonta a poco antes de 2003 cuando en las elecciones de ese año ganó un escaño en el Congreso Nacional.
Incursionó en política luego de retirarse en 2000 del Ejército, donde hizo carrera por más de 34 años pero sin alcanzar el grado de general de división o el nombramiento de ministro de la Defensa, las máximas aspiraciones en la institución.
Tras un breve paso por el Congreso Nacional, y basado en su incuestionable liderazgo político en el seno de su partido, fue postulado por el PP en las elecciones de 2007 a la presidencia de la República.
En su primer intento en la carrera por la primera magistratura del país, sucumbió en segunda vuelta electoral ante el actual presidente, el socialdemócrata Álvaro Colom, quien a su vez triunfó en su tercera candidatura y le entregará el poder el próximo 14 de enero.
El ‘general de la paz’, como le llaman sus cercanos colaboradores por firmar con la guerrilla el 29 de diciembre de 1996 el acuerdo de paz que puso fin al conflicto armado interno, ofreció durante su campaña un gobierno de ‘mano dura’.
Pérez Molina, como representante de las Fuerzas Armadas, suscribió los acuerdos de paz ‘firme y duradera’, avalados por las Naciones Unidas, que pusieron punto final a una guerra fratricida que en 36 años causó 200 mil muertos y desaparecidos.
La ‘mano dura’, asociada al símbolo de la mano empuñada que identifica al PP, aclara el militar, representa la firmeza con que se atacará la pobreza y la violencia que afectan a la mayoría de la población (14 millones de habitantes).
Pasado turbio
Sobre el ‘general de la paz’ pesan serias acusaciones de parte instituciones defensoras de los derechos humanos, relacionadas con crímenes de lesa humanidad que habría cometido durante la pasada guerra interna.
Las acusaciones han sido desmentidas en forma categórica por Pérez Molina. Según el ahora aspirante presidencial, las instituciones humanitarias lo han perseguido e investigado hasta la saciedad sin encontrar pruebas de sus dichos ‘porque no hay nada’.
En la época más cruenta de la guerra civil, Pérez Molina se desempeñó como oficial de inteligencia militar y estuvo destacado en el área Ixil, una de las zonas donde el conflicto armado era más intenso y cuyas principales víctimas fueron los indígenas.
Pérez Molina nació en la ciudad de Guatemala el uno de diciembre de 1950. Formó un matrimonio hace 40 años con Rosa Leal, con quienprocreó a Lissete y Otto, quien también es militar y ganó por el PP en las elecciones de septiembre la alcaldía de Mixco, el segundo municipio del país.
El ahora candidato presidencial fue formado en el Colegio Interamericano de Defensa con sede en Washington y tiene una maestría en Relaciones Internacionales por la privada Universidad Francisco Marroquín de Guatemala.
En 1996 fue nombrado inspector general del Ejército y luego designado jefe de la delegación de Guatemala ante la Junta Interamericana de Defensa, entidad de la Organización de Estados Americanos.
Notimex