El bachillerato, la reforma educativa y los movimientos magisteriales insurgentes
MANUEL IBARRA SANTOS
El bachillerato en sus diferentes modalidades que registra en el país una cobertura de atención promedio del 65.9% a la población en edad potencial de cursar ese nivel de estudios (Zacatecas se encuentra casi nueve puntos por debajo de la media nacional), es el subsistema escolar con mayores rezagos, sólo después de la enseñanza superior, que requiere un rediseño integral en el marco de la reforma constitucional en materia educativa, a fin de avanzar hacia la universalización de sus servicios.
En la República Mexicana, la matrícula en educación media superior asciende a más de 4 millones 300 mil alumnos, de los cuales el 1.2% de ellos los aporta Zacatecas, que son atendidos en más de 190 planteles. En el país operan en este nivel 15 mil establecimientos, la mayoría de ellos con grandes carencias en materia de infraestructura y adecuado equipamiento. En el ámbito profesional de la docencia es en el bachillerato donde más se improvisa.
En el caso de Zacatecas, la cobertura del bachillerato mantiene en la exclusión a poco más de 70 mil jóvenes, los que se encuentran, por una serie de circunstancias, sin la posibilidad de cursar este importante nivel educativo.
En nuestro Estado, el bachillerato enfrenta una serie de compromisos y retos que es necesario atender, entre los que destacan los siguientes: 1).- ampliar la cobertura, hasta llegar a su universalización; 2).-Implementar modelos de gestión administrativa innovadores y eficientes; 3).-Crear un sistema de formación y actualización del magisterio, para evitar la improvisación profesional; y 4).- Articular los objetivos y misión de los más de 10 subsistemas de educación media superior que funcionan en la entidad, dado que cada uno de ellos marcha indistintamente por su rumbo, sin orden ni articulación.
La incorporación del bachillerato a los ejes de apoyo de la reforma educativa nacional (a sus procesos de evaluación y profesionalización, entre otros), crea la alternativa para que el Estado Mexicano brinde una mejor atención a la educación media superior y se cumpla con el compromiso constitucional de hacer efectiva su obligatoriedad, como ya quedó plasmado jurídicamente en decreto publicado en febrero del 2012.
Los fines del bachillerato y su cobertura por entidad:
La misión y finalidad del bachillerato es, teóricamente, generar en el educando el desarrollo de una primera síntesis personal y social que le permita su acceso a la educación superior, que le dé una comprensión de la sociedad y de su tiempo, además que prepare a los jóvenes para su posible incorporación al mundo del trabajo. Estos objetivos, por supuesto, no se cumplen en los hechos.
Las entidades de la república con mayor cobertura en bachillerato son: El Distrito Federal, Baja California Sur, Sinaloa, Tabasco, Sonora, Morelos y Veracruz; los de menor cobertura, en cambio, son Guanajuato, Guerrero, Chiapas y Zacatecas.
La historia del bachillerato no es nueva en Zacatecas. Inició su trayecto hace 144 años, precisamente en 1869. Pero los males y rezagos de la educación media superior, siguen siendo profundos.
Los movimientos insurgentes del magisterio ante la reforma
En torno a la reforma educativa nacional han surgido una serie de núcleos de resistencia e inconformidad, que pueden clasificarse básicamente de dos tipos: la insurgencia anti/sistémica y los movimientos sistémicos.
Los movimientos insurgentes anti/sistémicos del magisterio se han colocado en el ala radical opositora de la reforma porque –afirman- aniquilará ésta con el transcurrir del tiempo las conquistas laborales de los docentes y vulneran los principios históricos de la educación pública mexicana. Este es un argumento no discutido con profundidad y se ha quedado en el lindero de los dogmas y la irresponsabilidad.
En cambio, los movimientos sistémicos de inconformidad magisterial, han sido creados desde las mismas entrañas burocráticas de los diferentes niveles de gobierno, por diversas motivaciones: a).-Canalizar a escenarios controlables la real irritación de los maestros, ante la carencia de liderazgos moralmente sólidos para conducir y conferir plena legitimidad a la reforma. Sin estos elementos contenedores, entonces, si se puede desbordar la vida institucional; b).-Proteger, mantener y defender los tradicionales espacios de privilegios para específicas expresiones burocráticas enquistadas en el poder; y c).-Generar presiones para negociar posiciones políticas por grupos y mafias, oportunidad que no quieren desaprovechar.
Lo que podría ser insultante es que el dinero público sea utilizado para engendrar ya sea movimientos insurgentes anti/sistémicos y/o sistémicos. De todas formas, en cualquiera de los casos no está justificado el uso de los mecanismos autoritarios y represores.
La reforma educativa nacional, por lo que se ve, ya no tiene reversa y ahora lo que habrá que hacer es procesarla con madurez para que aporte los mayores beneficios a Zacatecas.
