A mitad de camino
JUAN GÓMEZ
El gobernador Miguel Alonso Reyes rindió su tercer informe de gobierno en un escenario lleno de mensajes cifrados que reflejan el ambiente político tenso que se vive en Zacatecas, así como la percepción social de una administración que se ha visto inmersa en una situación complicada por la debilidad en las finanzas públicas.
Alonso Reyes cifró sustancialmente su mensaje y quehacer institucional administrativo en cinco ejes, pero se evidencia en tres temas su principal preocupación en la conducción de la política doméstica: seguridad estatal, obra pública y finanzas.
En la trascendencia de la obra pública de su administración (2010-2016) el mandatario estatal estableció un criterio personal, ante la ausencia de una obra que manifieste la pujanza de un sexenio, cuando afirmó que “en lugar de la onerosa obra de relumbrón concentrada en la capital, optamos en esta primera mitad de gobierno por emprender miles de obras necesarias y acciones que no son para satisfacer el ego de los gobernantes, sino para dar respuesta a las necesidades de las amas de casa, de los obreros, los abuelos, los jóvenes y los niños”. (Pórtico On Line).
En la afirmación del mandatario se aprecia un dejo de “justificación” ante la ausencia de una obra que impacte en el colectivo zacatecano, pero sus asesores se olvidan que el próximo año, cuando se conjugue la conmemoración del Centenario de la Toma de Zacatecas, podría generarse una obra de infraestructura que marque la proyección de un gobierno que supo aprovechar un momento coyuntural histórico.
En caso contrario los zacatecanos podrán mostrar su decepción ante la oportunidad de trascender, no solo en la coyuntura de un hecho icónico en el proceso revolucionario, sino ante la falta de visión y sensibilidad para conducir un gobierno que no supo capitalizar sus fortalezas en la alternancia zacatecana.
Sin embargo en el eje denominado Zacatecas Moderno Alonso Reyes subrayó que en los tres primeros años de su gobierno se ha invertido en obra pública 13,900 millones de pesos, lo que supera en 54 por ciento al sexenio anterior de Amalia García Medina, en cuya administración se invirtieron 9 mil millones de pesos.
Los recursos han sido aplicados en más de mil obras dijo el mandatario estatal, pero a pesar de ello, preocupa al gobernador que la percepción social sea la de ausencia de obra pública en el estado.
Lo anterior le obliga a afirmar que en lugar de la obra de “relumbrón” onerosa y que solo sirve para satisfacer el ego de los gobernantes.
Quizá pueda interpretarse que está consolidando su visión del desarrollo, pero también responde a la percepción anidada en el colectivo zacatecano sobre la falta de obra en la actual administración, lo cual, no es conveniente para un gobernante posicionar este tipo de temas porque refuerzan una idea colectiva que no abona a la consolidación de un gobierno.
En lo político el Ejecutivo del estado recibe el apoyo de los representantes del gobierno federal en la transmisión de videos, en los que lo mismo aparecen el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que el Presidente Enrique Peña Nieto hablando del apoyo que se le dará a Zacatecas, que secretarios de estado o funcionarios federales, pero en el escenario de su Tercer Informe la ausencia de los gobernadores y las movilizaciones callejeras que le rodearon, evidencian la falta de interlocución política interna.
Ante la falta de cohesión en la política doméstica generada por la falta de acuerdos con los grupos locales y el distanciamiento con los ex gobernadores, el mandatario estatal procura el respaldo de la dirigencia nacional tricolor y de 12 mandatarios estatales priistas, que asistieron a la lectura de su Tercer Informe de la administración pública a su cargo.
Llevar una buena relación con los de afuera pero no atender a los de casa, podría generar un escenario complicado no solo en la conducción de la política doméstica, sino en los procesos electorales que están en puerta en el 2015 y 2016.
En el Palacio de las Convenciones en donde se congregó la clase política local la ausencia de los ex gobernadores Genaro Borrego, Ricardo Monreal y Amalia García, mostró el serio distanciamiento con los grupos políticos locales fuertes y el esfuerzo por conformar un grupo político propio, que le ayude en la segunda mitad del sexenio y en la transición política que se vivirá en el 2016 en Zacatecas.
Respecto al tema de seguridad pública, otra de sus recurrentes preocupaciones, el mandatario ofrece cifras y avances en materia de contratación de personal, en la construcción de Unidades Regionales de Seguridad (Unirse), compra de armamento, aumento a salarios de los elementos de las corporaciones, capacitación, etcétera, pero los delitos de alto impacto, secuestro y asesinatos, enfrentamientos y hallazgo de fosas clandestinas, continúan generándose en la geografía zacatecana.
Si bien es cierto que se cuadruplicó el número de elementos en la Policía Estatal Preventiva, también lo es que 800 policías de esta corporación son insuficientes para los 58 municipios y los 1,491 mil zacatecanos, a los que les correspondería un elemento por 1,863 habitantes.
Respecto al Zacatecas Productivo se anticipan obras en curso y se incorporan acciones que pertenecen a otros ámbitos, como la inclusión de Nochistlán como Pueblo Mágico, por ejemplo, pero se pone especial énfasis en las inversiones de empresas de Estados Unidos, Japón, Canadá, Corea, China, Suecia y Dinamarca que, de acuerdo a lo plasmado en el documento, han creado 15 mil empleos que se traducen en un crecimiento del 11 por ciento, pero no se habla de la iniciativa privada zacatecana, no se alude a la participación del empresario local.
La iniciativa privada zacatecana no es la única olvidada en el documento y en el contenido de las acciones del informe gubernamental, tampoco los medios de comunicación y en especial la libertad de expresión ocupan una mención o alusión.
El gobernador Miguel Alonso Reyes tiene muchos retos en el futuro inmediato que deberá enfrentar con determinación y sobre todo, con una visión clara de cómo quiere ser recordado por los zacatecanos.
Vamos a mitad del camino.
Al tiempo.