El rector no puede renunciar
JAIME ENRÍQUEZ FÉLIX
El Consejo Universitario NO puede aceptar la renuncia del Rector Armando Silva Chairez, quien fuera electo democráticamente por la propia comunidad de la UAZ.
La negativa del gobierno del Estado para resolver el problema financiero de la Universidad donde estudian nuestros hijos y la insensibilidad del gobierno federal, son causa de la renuncia del Rector, aunado ello a la presión del Sindicato de Trabajadores y de profesores de nuestra Máxima Casa de Estudios en Zacatecas.
Aceptar la renuncia del actual rector, provocaría la ingerencia oficiosa de los gobiernos federal y estatal, desde luego, para entrar en una convulsión electoral que, además del problema de la deuda, confrontaría a quienes somos hijos de la UAZ.
NO NOS EQUIVOQUEMOS. Resolvamos el problema financiero empleando la estrategia y los recursos de un gobierno local que tiene obligaciones con sus jóvenes, que son el futuro de la Patria chica. Bien pudieran ahorrarse dineros de las ferias, los festivales y de la corrupción de muchos funcionarios y otorgar sólo una vigésima parte del presupuesto de la entidad, para resolver un problema que amenaza con estallar en cualquier momento.
El verdadero legado que el actual Gobernador podría dejar como obra perdurable, sería poner los cimientos de una reestructuración bien hecha, profunda, de la educación en el Estado. Esa sería su marca como estadista; así se conocería el alcance de su visión y su mano fuerte para marcar los rumbos.
Tal vez el gobernador no considere que este sea SU problema, egresado como es, de la Universidad Panamericana (el Opus Dei), pero los zacatecanos estamos en una situación de emergencia, donde no existe una autoridad con mayores credenciales para resolver este grave asunto, que él mismo, el administrador de los dineros del pueblo.
NO NOS CONFUNDAMOS. La UAZ convirtió a los hijos de campesinos en profesionistas, a los hijos de obreros en funcionarios, y es el símbolo de movilidad social de la sociedad zacatecana. Defendámosla con inteligencia y con objetividad.
TODOS SOMOS HIJOS DE LA UAZ.