Diálogo por la Alameda
HÉCTOR A. ALVARADO GÓMEZ
Un ex secretario de Gobierno de Zacatecas, con quien trabajé estrechamente mientras fui coordinador de Comunicación Social del Gobierno del Estado, solía decirme que “en política nunca debes perder la capacidad de interlocución, incluso con el más radical de tus críticos”.
Esa frase tiene mucho de fondo y debe ser premisa de un gobierno nunca estar cerrado a dialogar con los grupos sociales, asociaciones civiles, organizaciones y partidos políticos que demandan gestiones, soluciones a problemas específicos o atención a sus demandas, por el contrario, debe propiciar condiciones adecuadas para la discusión y el debate sobre los asuntos públicos de manera abierta y transparente.
Más allá de la comunicación permanente con los partidos políticos y diputados locales, que en la mayoría de casos no representa más que a sus intereses particulares y están muy alejados de los ciudadanos; los gobiernos deben atender las voces de organizaciones sociales, asociaciones civiles y ciudadanos en lo particular, pues si logra consensar sus obras y acciones de gobierno, siempre contará con la legitimidad y respaldo de la gente.
Particularmente quiero referirme al caso de la Alameda Trinidad García de la Cadena de Zacatecas, un asunto que lleva más de un año y medio en permanente discusión y que ha despertado una gran interés y movilización por parte de la sociedad civil en la capital del estado, que hemos hecho a un lado las posibles diferencias políticas e ideológicas, para poner en el centro, el interés superior de que este monumento sea preservado.
Como integrante de la Organización Pro Alameda Trinidad García de la Cadena, escuché con atención las declaraciones del secretario de Infraestructura del Gobierno del Estado, Mario Rodríguez Márquez, realizadas en el noticiero Enlace, de mi estimado Francisco Esparza, diciendo que en los próximos días su dependencia contaría con una propuesta de anteproyecto para intervenir la Alameda, mismo que debe ser socializado y puesto a consideración de los ciudadanos y ciudadanas interesados en opinar respecto a la restauración de este sitio.
Debemos reconocer que a la Alameda le urge mantenimiento a profundidad, su cantera está sucia, con piezas dañadas, su kiosco en malas condiciones, un buen número de jardineras secas y algunos árboles necesitan tratamiento contra plagas, además se requiere de mayor iluminación, más seguridad, reforestación, y asignar un presupuesto anual desde el ayuntamiento capitalino para que reciba mantenimiento permanente.
Por esas y muchas otras razones más, la Alameda de Zacatecas requiere atención, pero una posible intervención debe llevar como premisa fundamental: Conservar su imagen y estructura arquitectónica actual, salvaguardando cada uno de los elementos que le dan identidad.
Sobre este tema en particular, estoy convencido que se puede construir un proyecto conjunto entre la sociedad y la administración estatal que logre el embellecimiento y restauración de La Alameda. Por ello, participaré de manera activa y decidida para que reciba la atención que merece y siga siendo uno de los lugares más queridos y disfrutados por todos los zacatecanos.
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