Legalización de la mariguana, su impacto en la educación y Caro Quintero en Zacatecas
MANUEL IBARRA SANTOS
El ciclo escolar 2013/2014 ha iniciado en Zacatecas con el retorno a las aulas de más de 490 mil alumnos de todos los niveles, en un escenario socio-económico de grandes reformas políticas y en medio de un contexto de intenso debate sobre la legalización o no de la mariguana, cuando la cannabis es la sustancia ilícita más usada en el mundo, con 200 millones de consumidores frecuentes que representan el 3.9 por ciento de la población total del planeta. En nuestra sociedad, las adicciones afectan al 3% del segmento demográfico de las personas entre 15 y 64 años de edad.
Especialistas e investigadores de diversas agencias internacionales, como la oficina de Las Naciones Unidas contra la Doga y el Delito advierten con argumentos científicos que el consumo de la mariguana deteriora la capacidad receptiva de la memoria, afecta las funciones cognitivas, la atención y el juicio de las personas, aumenta los riesgos esquizofrénicos, conduce a episodios psicóticos y disminuye las defensas biológicas del organismo humano.
En la misma sociedad norteamericana, incluso en los Estados más anti/prohibicionistas como Colorado y Washington, el 85 por ciento de los padres de familia aceptan que la mariguana puede tener efectos fuertes en el desarrollo cerebral de los adolescentes, reducir los niveles de aprovechamiento escolar e impactar en la personalidad adulta de los jóvenes. Por eso, han demandado que se prohíba y castigue la venta de droga a niños y adolescentes. Así lo revela una reciente encuesta levantada en el vecino país del norte (thepartnershipatdrugfree.org).
La probable legalización de la mariguana, entonces, no solamente aumentaría los riesgos y costos para la salud pública en México, sino que sería un evidente peligro que podría impactar negativamente en los indicadores de rendimiento escolar derivados de los procesos formales de enseñanza – aprendizaje de aquellos posibles consumidores adolescentes y jóvenes. Tampoco reduciría los niveles de violencia criminal en el país. Al contrario, los aumentaría.
El doctor Carlos Resa Nestares, reconocido investigador de la Universidad Autónoma de Madrid, consultor internacional de la ONU en esta materia, quien por cierto realizó, hace un par de años, un interesante y extraordinario estudio sobre el mapa del cultivo y venta de la mariguana en municipios mexicanos, algunos de ellos zacatecanos, afirma que la droga por sí sola no es violenta. Quien diga eso, sin aportar elementos argumentativos, está mintiendo. Para que eso suceda se requiere contar con un contexto sociológico particular y específico.
En México, existe un factor adicional para explicar ese fenómeno: la venta profesionalizada de protección privada a las mafias, el debilitamiento del control corporativo y la pérdida de lealtades al Estado Mexicano por parte de integrantes de las viejas y nuevas corporaciones de seguridad, es lo que ha hecho violento el mundo de las drogas. Con la alternancia se rompió el ciclo de protección recíproca. Por lo tanto, se requieren nuevas instituciones públicas, que operen con eficiencia y no necesariamente legalizar la mariguana.
El consumo de mariguana en el mundo
En el mundo, los países donde más se consume mariguana en su población entre 15 y 64 años de edad, son la República Checa (14%), Estados Unidos de Norteamérica (14%), Canadá (12.6%) y España (10.6%). En México solamente es del 3%. Sin embargo, el paraíso de la Mariguana, es la república de Palaos (localizada en el Océano Pacífico, e integrada por 240 islas), con niveles de consumo del 25%.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en su informe 2013 destaca que sigue siendo la mariguana la droga ilícita que más se consume en el planeta, pero las que registraron un incremento en verdad impresionante son las nuevas sustancias psicoactivas (NSP), o las llamadas drogas de diseño.
Existe otro dato estremecedor: en el informe mundial de drogas 2013 se destaca que en México, el monopolio de la mariguana está en manos de un solo cártel, el que se encarga del control la producción y distribución, lo que significaría que su probable legalización abriría un enorme mercado especulativo de oferta y demanda.
En otras palabras, los motivos no dichos del debate global en torno a la legalización de la mariguana, tiene algunas razones: el mercado neoliberal de las drogas; la presión de los padres consumidores de mariguana en países de primer mundo; y la lucha por el control definitivo de la economía del narcotráfico, en esta coyuntura que vive el país.
Estado con mayor densidad de cultivos de mariguana y Zacatecas:
El estudio realizado por el investigador español Carlos Resa Nestares, titulado El Mapa del Cultivo de las Drogas en México, clasifica en el siguiente orden a los Estados de la República con mayor densidad de cultivos de mariguana:
1)Sinaloa, 2)Michoacán, 3)Guerrero, 4)Jalisco, 5)Durango, 6)Nayarit, 7)Chihuahua, 8)Oaxaca, 9)Colima, 10)Estado de México, 11)Sonora, 12)Zacatecas, 13)Morelos, 14)Veracruz y 15) Aguascalientes. Las entidades con menor densidad de cultivos de cannabis son Yucatán, Tlaxcala, Quintana Roo, Coahuila, Nuevo León y San Luis Potosí.
En Zacatecas tenemos, por si fuera poco, algunos de los municipios de los 100 existentes en el país, con mayor densidad de cultivos de mariguana, desde hace una décadas y estos se localizan –según el mismo diagnóstico referido- en el sur del Estado y ellos son: Mezquital del Oro, Teúl de González Ortega, García de la Cadena, Florencia de Benito Juárez y Valparaíso, entre otros.
Tal vez por eso, en la década de los ochenta, Caro Quintero, el narcotraficante que acaba de ser liberado luego de 28 años de cárcel, convirtió algunas regiones geográficas de la entidad – entre ellas Villa de Cos- en verdaderos emporios productores de mariguana, sólo superados en capacidad competitiva en ese ámbito por el rancho El Búfalo, de Chihuahua.
El reto del debate:
El reto del debate sobre la legalización del uso de la mariguana debe ser acompañado por una dosis de gran prudencia y responsabilidad por todos los actores de la sociedad y evitar que se convierta en un distractor que impida abordar con racionalidad los otros grandes asuntos del desarrollo nacional.