El alumbrado público como herramienta de tranquilidad
GERARDO ROMO FONSECA
Como todos sabemos, la iluminación de las calles y los espacios de la ciudad es primordial tanto por razones de seguridad, como para dotar a los espacios públicos de la visibilidad adecuada para la circulación de las personas y que éstas puedan llevar con normalidad el desarrollo de sus actividades durante la noche. Cabe mencionar que el sistema de alumbrado público lo constituyen la red de cable, postería, luminarias, balastros y lámparas, así como los medidores instalados en las vías de las ciudades.
No obstante, desde hace décadas, en muchas ciudades del país se ha venido agravando el problema de tener escaso un alumbrado público en diversos espacios urbanos: calles, zonas de puentes y, sobre todo, en áreas peatonales. Este déficit de infraestructura casi siempre responde a sistemas obsoletos que ya no funcionan de forma adecuada; con el agravante de que su mantenimiento cada vez resulta más costoso, lo cual implica un perjuicio importante para las finanzas municipales.
La iluminación de un entorno urbano no sólo eleva la calidad de vida de sus ciudadanos; también es un factor que tiene una relación estrecha con la seguridad en las colonias y calles, debido a que su insuficiencia propicia una mayor comisión de delitos de diversa índole. Así mismo, la iluminación previene los accidentes de tráfico porque la oscuridad es un factor de riesgo. En el caso de Guadalupe, la problemática del alumbrado público se debe, en gran medida, al acelerado crecimiento urbano y demográfico de nuestro municipio: hay colonias que no cuentan con un alumbrado público acorde a las necesidades de la población.
A nivel general, es evidente que los municipios tienen que brindar servicios públicos de calidad, eficientes y oportunos, así como tecnologías que permitan dotar de una iluminación eficiente a las y los ciudadanos. Es evidente que las luminarias tradicionales utilizan mucha energía, obligando a los gobiernos municipales a pagar sumas importantes a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que, a su vez, tiene que producir mayor energía eléctrica. De acuerdo con la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), en México el consumo energético por iluminación representa 18% del consumo total de energía eléctrica: entre 1997 y 2007 el consumo de electricidad para iluminación aumentó a un ritmo de 3.9% anual, siendo éste un crecimiento insostenible.
De ahí que resulta urgente buscar nuevas alternativas para ampliar la cobertura y abaratar los costos de mantenimiento de este servicio, particularmente, en las zonas donde existe un marcado déficit. Frente a este problema, desde el municipio buscaremos impulsar la eficiencia energética a través de la sustitución de las luminarias de alumbrado público por otros de mayor eficiencia, contribuyendo al ahorro de energía y a mejoras sustantivas no sólo a nivel económico, sino también en materia ambiental y social.
Aunque de entrada, la sustitución de las lámparas de luz amarilla por luz blanca requiere de una inversión importante, la retribución de ese esfuerzo puede comenzar a producirse desde los primeros meses gracias al ahorro que se obtiene por la disminución en el consumo de energía eléctrica. Por otra parte, el aprovechamiento de las energías renovables, en particular la que se produce con celdas solares, es otra herramienta que tenemos a la mano para potenciar y optimizar el alumbrado público. A final de cuentas, debemos explorar todas las alternativas y, sin duda, en Guadalupe lograremos grandes resultados.
Así mismo, debo decir, que durante mis recorridos por las colonias de nuestro municipio, la gente me ha expresado su preocupación porque sumado a los problemas de inseguridad, muchas de las calles se encuentran en penumbra; no hay focos, están fundidos o no hay luminarias. Por esta razón, me he comprometido a que en el primer año de mi gestión al frente de la alcaldía, vamos a rehabilitar y modernizar el cien por ciento del alumbrado público en el municipio; en todas sus colonias y comunidades.
Un alumbrado público eficiente constituye una poderosa herramienta de la prevención del delito. Hoy en día, es indispensable iluminar el conjunto de espacios públicos: instalaciones deportivas, áreas verdes y recreativas, módulos de seguridad, parques y calles. Como un esfuerzo complementario, también haremos uso de la tecnología para disminuir la inseguridad en el municipio, al instalar cámaras y sistemas de video en las colonias en donde se presenta una mayor incidencia delictiva.