La importancia de la reforma en materia de competitividad
NORMA JULIETA DEL RÍO VENEGAS *
Hace unos días la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados declaro constitucional la reforma a los artículos 25 y 26 en materia de competitividad, del artículo 25 se reformaron los párrafos primero y último y el párrafo primero y tercero del apartado A del artículo 26 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, esto con el fin de generar un mayor crecimiento económico, promover generación de empleo y mayor inversión, dicha reforma fue avalada por 19 Congresos Locales.
A unos días de cumplirse los primeros seis meses de mandato del Presidente Enrique Peña Nieto, se han consolidado una serie de reformas de gran impacto para el País, algunas mas sonadas que otras, pero esta es una de las mas importantes que debemos de conocer, pues queda claro que la trascendencia de las reformas que nuestro País necesitaba se van consolidando y son de interés nacional y de no de partidos y ni siquiera obedecen a interés particulares.
La competitividad es un concepto relativo, es una actividad que se da por naturaleza, es decir innato, al mismo tiempo, la competitividad es dinámica: lo que es competitivo en un momento determinado, puede no serlo en otro, son las condiciones que definen un rendimiento esperado, sinónimo de potencial, de crecimiento interno y de participación.
Este tema es importante para el desarrollo y posición del profesionista, del servidor público, de las empresas, los empleos, las inversiones entre varias otras, mas en el caso de la administración pública la competitividad es fundamental para responder eficazmente a los desafíos (internos y externos) que se presenten, por tal motivo, se debe de contar con las políticas públicas fundamentales que permitan el logro de este desarrollo para adaptarse a las circunstancias de cada momento y adelantándose con visión para responder a las diferentes necesidades, demandas y comportamientos.
La eficacia de las políticas públicas de competencia depende de la capacidad de éstas para desarraigar de manera efectiva las conductas anticompetitivas y crear y mantener un entorno que sustente una mayor capacidad con ventajas siempre comparativas.
Entonces las condiciones que se deben tomar en cuenta dentro de un entorno de servicio público deben de ser, la productividad, la eficiencia y el desarrollo tecnológico y humano, logrando así un entorno propicio para la competitividad; hoy la administración pública se concibe de otra forma, redes inalámbricas, telecomunicaciones, tele conferencias, nuevos microprocesadores, dinero electrónico, software inteligentes en desarrollo permanente y estrategias de tecnología de información y comunicaciones cada vez más sofisticadas para la mejor y oportuna toma de decisiones.
El éxito de los gobiernos depende de la capacidad de responder para satisfacer a las necesidades de quienes los demandan, por tal motivo los procesos de mejora continua, la búsqueda de la calidad, la excelencia, los sistemas de evaluación, deben de ser el medio que permitirá que la administración pública sea cada vez más competitiva.
Se necesita de cambios que mejoren la administración pública y al mismo tiempo, también formas que hagan más interesante y satisfactorio el trabajo del personal, reflejándose en una mejor calidad de vida para todos los participantes.
En la medida que los funcionarios se interesen en capacitarse y capacitar a su personal, implantando procesos de mejora continua, en llevar a la práctica los conceptos y principios de la cultura de calidad y ética, podemos aspirar a ser competitivos en diferentes niveles, misma situación que llevará el trabajo a una situación o meta definida.
Tener nuevos conocimientos y aprovechar todas las técnicas de administración ayuda para el avance o alcance más rápido del éxito y mantenimiento del mismo, mas hay siempre ciertos principios fundamentales que deben seguirse para obtener estos buenos resultados y aquí entra en juego el líder, del cual destaca su habilidad y conocimiento para dirigir al grupo, además de ser el responsable de fomentar la capacidad de aprendizaje de todo el personal.
Los principios éticos y los valores son fundamentales para mantener una ideología básica y propósito, se requiere también de organizaciones bien administradas con sentido social y laboral, la competitividad no puede ser impuesta, si no comprometida.
Apoyar las necesidades de planeación, organización, programación, presupuesto, es fundamental para llegar a la meta, de esta manera se conforman los criterios estratégicos de una acción para el desarrollo de esta competitividad.
La demanda es exigir cada vez nuevas habilidades, por tal motivo impone la necesidad de llevar a cabo procesos de capacitación adecuados a perfiles organizacionales demandados por el mercado laboral y por la sociedad.
El nivel de competitividad de un país es importante porque los elementos que lo componen son fundamentales para su crecimiento, para su productividad y para incentivar la inversión, o la credibilidad del mismo. Un país competitivo permite su desarrollo de forma más eficiente y rápida, y por consecuencia se traduce o nos lleva a cualquiera de estas dos palabras: mejor calidad de vida y la satisfacción de la sociedad.
El lunes 20 de este mes se dio a conocer mediante Decreto el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 donde viene la inclusión de la competitividad, entre varios temas nos habla de que este gobierno tiene la obligación de impulsar la productividad aun en ausencia de las reformas estructurales., por lo que esta Administración buscará facilitar y proveer las condiciones propicias para que florezcan la creatividad y la innovación en la economía. Se refiere al uso de las nuevas tecnologías de la información y una mejora regulatoria integral que lleve a una simplificación de trámites que permitirá a los individuos y a las empresas detonar un mayor crecimiento económico, en conclusión, la competitividad es parte fundamental del Plan Nacional de Desarrollo 2013 2018 y se demuestra la importancia del tema para la Administración Publica Federal.