Cautiva a asistentes velada poética en Ciudadela del Arte
El poeta Vicente Quirarte, quien será laureado con el Premio Iberoamericano de Poesía “Ramón López Velarde”, así como sus homólogos Marco Antonio Campos, Víctor Manuel Cárdenas y Eduardo Casar, protagonizaron una velada poética dentro de las Jornadas Lopezvelardeanas 2011
Ante un nutrido público que se dio cita en la Ciudadela del Arte, los escritores dieron lectura a más de 15 poemas. En este marco, recibieron además, el reconocimiento del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”, de manos de su director general, Gustavo Salinas Iñiguez.
Antes, Eduardo Casares, quien abrió la velada de lectura, hizo referencia al gusto por compartir la mesa con amigos y grandes poetas.
“ROS” fue el primer poema que compartió del cual, comentó que fue uno de los primeros poemas que escribió a la edad de 18 años y que dedicó a una musa de 19 años que tenía en ese entonces, el título, dijo, hace referencia a las iníciales del nombre de la joven.
Enseguida se escucharon “Palabras”, “Dioses que no”, “Teobromina”, “Poema antiamores”, “El árbol” y “Sándwich”, poemas cortos del libro “Grandes maniobras en miniatura”.
Víctor Manuel Cárdenas, premio iberoamericano de poesía Ramón López Velarde en 2007 compartió tres poemas, uno de ellos dedicado a Vicente Quirarte alguno de los títulos fueron “A los 33” y “Leí en el mar”.
El ganador del Premio López Velarde 2010 Marco Antonio Campos, leyó “Grabados españoles” un poema corto que escribió en los años ochenta y un poema titulado “De los anticuarios” que gustó sobremanera.
Por último el galardonado de las Jornadas Lopezvelardeanas 2011, Vicente Quirarte, agradeció a los zacatecanos y a las autoridades del gobierno y la cultura en Zacatecas, al ser el poeta laureado en esta edición de las jornadas.
Quirarte compartió textos que escribió del poeta Ramón López Velarde, de quien dijo: Es un poeta importante en el país, un autor con enigmas, lleno de rutas por recorrer.
Dio lectura a algunos fragmentos de un texto que trata de ser una especie de retratos del poema de varios instantes de su vida, entre los que se escuchó algo de Jerez, de la estancia del poeta en la ciudad de México, así como de su persona.