La Historia se Repite…
RAFAEL CANDELAS SALINAS *
Hace un año el Partido de la Revolución Democrática, el Partido del Trabajo y el Partido Político Movimiento Ciudadano decidieron agruparse y conformar una alianza para impulsar a Andrés Manuel López Obrador como candidato a la Presidencia de la República, así como a los y las candidatas que aspiraban a ocupar escaños en el Senado de la República, la Cámara de Diputados y otros cargos en los estados en los que habría elecciones locales.
Por ser un movimiento de izquierda en el que se suponía había coincidencias ideológicas, parecía que el proceso de elección de candidatos tendría las complicaciones normales de toda contienda interna pero sin mayores aspavientos, pues se suponía que la izquierda toda veía en las elecciones del 2012 la posibilidad de acceder a la máxima Magistratura del País.
Pero no fue así, en algunos lados los intereses de las corrientes políticas, de los partidos y hasta los intereses personales imperaron en la selección de candidatos. Bien dice el dicho que “a río revuelto, ganancia de pescadores” y la falta de acuerdos y voluntad para construir candidaturas ganadoras provocó no solamente escisiones y rompimientos, sino la perdida de algunos espacios importantes como la gubernatura de Jalisco y por supuesto la Presidencia de la República.
Zacatecas no fue la excepción, pues los diferentes grupos y partidos políticos se lanzaron a la caza de candidaturas, lo cuál no está mal cuándo se hace con la intención de impulsar un proyecto común –cómo se supone era ganar la Presidencia- sin embargo quiénes tuvieron acceso, voz y voto para definirlas enfocaron sus fuerzas y peso político en alcanzar el espacio que más les convenía a sus intereses, sin importarles que en el camino pudieran tirar por la borda la posibilidad de iniciar con la recuperación de Zacatecas.
Desde entonces, desde aquellos meses del 2012 quedó claro que, por lo menos en la izquierda, la intención no era fortalecer el movimiento, ni siquiera ganar, sino colocar piezas claves en el tablero de la política Zacatecana de cara al 2016, sin embargo, en el 2012 como en el 2013 no entendieron que podrán conseguir una candidatura a Gobernador del Estado en el 2016 pero si no fortalecen la estructura de los Partidos de izquierda y si no se le van ganando espacios importantes al PRI será muy difícil conseguirlo.
Así las cosas, pudimos observar cómo los jerarcas de izquierda enfocaron sus baterías a lograr para su grupo la candidatura al Senado de la República, pero la número uno de la fórmula pues nadie quería ir en el segundo lugar, con lo cual de entrada se mandó una señal al electorado de que la intención no era ganar sino ir en busca de la primera minoría. En la búsqueda de esa posición se gastaron todo su capital político, por lo que una vez que se decidió lo demás poco interesaba, pues se lastimó a cuadros importantes, algunos con una trayectoria importante dentro de la izquierda como a un ex presidente del PRD y ex Diputado Federal que aspiraban legítimamente a esa posición y a quiénes se les trató con poco respeto, no se les dio su lugar y en consecuencia su participación en el proceso no fue con la misma intensidad que cuándo se pierde a la buena.
El resto de los espacios -entiéndase candidatos a Diputados Federales- pues simplemente se convirtió en un tianguis político en el que las corrientes políticas y los partidos se repartieron lo que quedaba en función de su cuota partidista y no -como debiera de ser- en función del peso electoral o la capacidad para atraer votos. En algunos casos se impuso a gente sin experiencia ni capacidad ni presencia ni mucho menos posibilidad alguna de ir a competir. Sin embargo hay que decir que la culpa no es del todo de quiénes van de candidatos sino de quién los utiliza para alcanzar una victoria pírrica o satisfacer un interés personal, como alcanzar una candidatura aunque se pierda la elección constitucional.
Como todos sabemos, el resultado fue desastroso para todos, incluyendo para los que alcanzaron la tan anhelada Senaduría pues no es lo mismo acceder a esa representación mediante un triunfo que habiendo perdido, sobre todo cuándo se supone que la intención es llegar a ser Gobernador del Estado.
A un año de aquella charlotada política parece que la historia se repite. De nuevo el PRD buscó aliarse con un partido para enfrentar la elección, pero ahora con el PAN, lo cual –por lo menos aritméticamente- le da muchas más posibilidades de ser exitosa que con la del año pasado. De nuevo la señal que se envió fue equivocada, al centrar la principal disputa de las fuerzas internas del partido en la elección de quién encabezaría la lista de candidatos a Diputados Plurinominales. De nuevo el mensaje es erróneo pues electorado percibe que se apuesta a perder y si quién pretende ser candidato a Gobernador muestra temor e inseguridad de ganar la elección de mayoría y se asegura en la plurinominal número uno de la lista la señal es de debilidad. De nuevo un partido con menor votación que el PRD y con menos argumentos le quita la principal candidatura en juego, el año pasado fue el PT y ahora el PAN nos arrebata sin argumentos la candidatura a la Presidencia Municipal de Zacatecas. De nuevo se privilegia el interés de las corrientes, de nuevo se postulan candidaturas débiles, de nuevo se hace a un lado a quiénes pudieran sumar, de nuevo se trata de manera incorrecta a los aliados, de nuevo el electorado está observando que no hay seriedad, de nuevo el resultado podrá no ser el esperado.
Hoy como hace un año, creo que la culpa no es de los candidatos que habrán de poner su mejor esfuerzo y que para eso se inscribieron, bien dice el dicho que “la culpa no la tiene el indio sino quién lo hace compadre”, quizá algunos ya cumplieron con colocarse ellos y sus incondicionales en las principales posiciones plurinominales, quizá lo que les convenga por el momento es perder, pero estoy seguro que a la vuelta de la esquina, se habrán de arrepentir de no haber jugado a ganar.