La Institucionalidad
NORMA JULIETA DEL RÍO VENEGAS *
A través del tiempo, existen servidores públicos que logran permanecer en cualquier transición de los tres órdenes de gobierno, eso habla de su institucionalidad y de que es un elemento valioso para la Administración Pública.
La tan llevada y traída institucionalidad, dentro de la Administración Pública en cualquiera de sus ordenes, son niveles jerárquicos entre subordinados y superiores, debiendo siempre de conocer la línea y los medios para conducirse. Sin embargo Coria Reyes nos dice que es aquí es donde la «institucionalidad» sufre ciertas variaciones o desviaciones, en virtud de que el término se empieza a confundir pasando de ser institucional a diligente, a servil o sumiso.
Cuando esto pasa, el servidor público equivoca o desconoce el concepto como tal, ya que considera que nada ni nadie puede ni debe de estar por encima de su «autoridad», y que los demás le deben de rendir pleitesía, aún por encima de otros niveles jerárquicos.
Es aquí, cuando la formación profesional que se tiene debería de ayudar al servidor para ubicar su real lugar; sin embargo, dentro de la administración pública, hay innumerables ejemplos de gente que demuestra que su educación no va de acuerdo con su profesión, ya que hacen uso de la «institucionalidad» para allegarse un sequito de seguidores que lo alaban sin mediar razón y lo llevan al grado de perder piso.
La institucionalidad debe ser ejercida responsablemente, delegando funciones a sus subalternos de manera diligente para poder llevar a cabo el orden y la cooperación necesaria para el correcto desempeño de las funciones.
Se dice que existe una nueva institucionalidad administrativa en México mediante dos acciones: la aprobación de la Ley del Servicio Profesional de Carrera y la creación de la Secretaria de la Función Publica.
En la actualidad, el ser institucional definitivamente debe de ir de la mano con la lucha por la superación personal, siendo este un proceso de transformación y desarrollo a través del cual las personas tratan de adoptar nuevos estilos de vida y de pensamiento, y adquirir una serie de cualidades para mejorar su calidad de vida y con ello mantenerse vigente en la administración pública.
Hay gente muy eficaz y eficiente, pero también se requiere de astucia, imaginación y creatividad para llegar aun más lejos. Una persona que solo trabaja para cumplir alguna faena diaria y no se esfuerza en buscar su constante capacitación, aprendizaje, y tener la capacidad de trabajar bajo presión y relacionarse con otras esferas, jamás obtendrá lo que aspira o lo que sueña.
Se dice que en ocasiones somos nosotros mismos los que conspiramos en contra de nuestra superación personal, dejándonos llenar de temores, presiones, y creando un ambiente de rumorología a nuestro alrededor, teniendo como única arma para defensa la desacreditación.
Un comentario de oficina tiene varias finalidades, ayuda a combatir el aburrimiento y que avancen las horas de trabajo que se deben de cumplir, y desvía la atención de otro tipo de pretensiones. En ocasiones se terminan retirando buenos elementos por propia voluntad o por descarga de malas energías de otras personas que, en definitiva, no son los mejores de la empresa o institución. Los chismes en el lugar de trabajo pueden ser armas que mueven reputaciones o llaves que abran las puertas al poder y la influencia, según un estudio que publica la revista Journal of Contemporary Ethnography
La superación de ningún modo nos llegará por sí sola, debes tomar decisiones que por mucho que impliquen cambiar de vida, de proyectos, se deben valorar las ventajas que esta decisión te dará a largo plazo. En ocasiones por temor a perder un trabajo, se toman rumbos equivocados que en la etapa final de la curva de la vida te dejarán sin afectos y sin relaciones, mismas que siempre son requeridas como base para consolidar lo que desees, he aquí cuando entra la confusión de ser institucional o simplemente estar y hacer todo porque no pierdas tu trabajo, hasta en ocasiones, faltar a la lealtad y a la ética profesional.
La prudencia y discrecionalidad hablarán bien de cualquier persona para su contratación, sobre todo para su permanencia, pues la institucionalidad se mide sobre este aspecto, la institucionalidad es el accionar del estado, ya que los servidores públicos brindan un servicio de utilidad social y de responsabilidad para el gobierno.
Cumplir en el tiempo que estés laborando y demostrar institucionalidad, siempre será la mejor carta de presentación ante la llegada de un nuevo superior, pues así como el servidor público actúo en su anterior tarea debe responder ante cualquier régimen y que ante todo promueva permanentemente los principios y valores éticos que les exige el ejercicio de la gestión pública, teniendo la certeza de que seguirá siendo un buen elemento que responderá cabalmente con los planteamientos de la sociedad, de lo contrario, se pensara que actúa conforme intereses y no será confiable en lo subsecuente.
* Titular de OIC de la Secretaría de la Función Pública adscrita al Instituto de Investigaciones Eléctricas