Legisla Nueva Alianza a favor de patentes de científicos mexicanos
Es ampliamente conocido que en México muchos investigadores migran con sus desarrollos científicos y tecnológicos para patentarlos en otras naciones, pues en este tema nuestro país ha vivido un notable rezago que, a pesar de los esfuerzos, nos sigue mostrando que estamos muy por debajo de las estadísticas mundiales; así lo expuso la diputada Elsa María Martínez Peña, del grupo parlamentario Nueva Alianza al presentar una iniciativa que pretende respaldar a nuestros científicos a la hora de patentar sus investigaciones.
Con la reforma al artículo 2 de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología se otorga autoridad legal al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), para que dentro de sus responsabilidades esté, además de promover las publicaciones científicas y fomentar la difusión de los trabajos, apoyar a los investigadores nacionales a llevar a cabo el proceso de registro de sus descubrimientos y desarrollos ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
En su exposición de motivos, la legisladora hizo hincapié en que las estadísticas no nos favorecen en absoluto, pues de acuerdo a indicadores del Conacyt en 2008, por cada solicitud nacional para patentar en este país, se presentaron 26 del extranjero, en contraste con lo que sucede en Brasil que por cada solicitud nacional se piden 5.4 extranjeras, además de que por cada 10 mil habitantes, en México sólo el 0.05 de la población solicita un trámite de patente.
Martínez Peña también denunció el abuso que sufre el gremio científico, pues ellos refieren que no se cuenta con la asesoría necesaria y algunas empresas tanto nacionales como extranjeras lucran con aquellos desarrollos que no se han registrado ante la carencia de supervisión y apoyo gubernamental, lo cual no sólo es inmoral sino un robo a la nación pues muchos de estos científicos son apoyados con recursos provenientes del Conacyt.
La integrante del Grupo Parlamentario Nueva Alianza lamentó que dada la estructura burocrática con la que cuenta el IMPI, el costo, los tiempos, y sobre todo, los trámites engorrosos hacen que el ejercicio de patentar esté lleno de incentivos negativos y que a ello se sume la falta de supervisión de las labores de investigación y registro de desarrollos por parte del Conacyt en áreas distintas a las desempeñadas en sus centros de investigación.
Sin embargo, reconoció que estas dos instituciones, realizan esfuerzos a través de sus programas “Procedimiento acelerado de patentes” y “Alto valor agregado en Negocios con Conocimiento y Empresarios”, por ello invitó a los demás legisladores a que se sumen al esfuerzo para dar a estas dos autoridades las herramientas necesarias para realizar un mejor trabajo que se vea reflejado en la promoción científica y tecnológica.