Un azul desteñido
JUAN GÓMEZ *
El Partido Acción Nacional ha estado bajo la polémica en los últimos días pero sobre todo en una a intensa búsqueda del control de este partido político que, como dice su ex líder Germán Martínez, se ha “perredizado”.
Acción Nacional en Zacatecas vive una etapa de inestabilidad por la confrontación de los grupos predominantes panistas, que buscan sobre todo dos aspectos que son torales en la conducción de cualquier organización político partidista: la designación de candidatos a puestos de elección popular y la interlocución con el gobierno en turno.
El triunfo en el pasado proceso de renovación de la dirigencia estatal panista en la que se levantó con la victoria Arturo López de Lara, ha significado el inicio de un profundo deterioro en el liderazgo del presidente del Comité Estatal.
El conflicto en la dirigencia blanquiazul tiene que ver con el enfrentamiento que se ha dado, en los últimos días, al interior del grupo que ha predominado con el control de Acción Nacional en Zacatecas.
El actual diputado federal José Isabel Trejo Reyes, presidente de la Comisión de Hacienda –una de las más importantes en el Poder Legislativo federal- ha emprendido una estrategia para debilitar a la actual dirigencia, para poder continuar detentando la interlocución con el gobernador Miguel Alonso Reyes, con quien ha consolidado su relación.
Trejo Reyes mantuvo una sólida relación política con el ex gobernador Arturo Romo Gutiérrez, sexenio en el que inició su ascendente carrera política, pero esa dinámica se interrumpió durante la administración de Ricardo Monreal Ávila, con el que el panismo enfrió su interlocución, a causa de que el ex mandatario pretendía el control del partido.
Empero con Amalia García el acuerdo político prosperó aún y cuando tuvo sus momentos de rispidez.
La relación con los gobiernos priistas y perredistas le han permitido al actual diputado Trejo Reyes consolidar un grupo político al interior de Acción Nacional, y desmarcarse de quienes lo iniciaron en la política blanquiazul durante el período de Gilberto Zapata Frayre.
La llegada de nuevos activos panistas como Cuauhtémoc Calderón Galván, quien por cierto fue invitado a las filas blanquiazules por Trejo Reyes, le permitieron lograr algunos triunfos y refrescar la propuesta electoral en Zacatecas.
Sin embargo, en esos nuevos cuadros que arribaron al panismo zacatecano, prevaleció la falta de convicción doctrinal y la ambición por obtener solo beneficios económicos. El resultado fue el abandono de sus filas y la búsqueda de postulación por otros institutos políticos.
En este contexto también ha participado e influido la lucha por el control de este partido político que tiene una alta rentabilidad electoral en Zacatecas, puesto que su captación de votos durante los procesos electorales registra un comportamiento extraordinario, gracias a la fidelidad de su voto duro.
En este escenario la dirigencia de Acción Nacional no ha logrado consolidar un liderazgo fuerte que le de conducción al proceso interno de selección interna de candidatos.
Arturo López de Lara no ha logrado consolidar su jetatura porque además, Acción Nacional atraviesa por una crisis de institucionalidad a nivel nacional, producto de la pérdida de la elección presidencial y de la falta de de liderazgos fuertes que le permitan transitar en esta difícil etapa de su vida política.
Al interior del panismo nacional soplan vientos de cambio como se demostró en la pasada asamblea nacional, en la que prevaleció la modificación en la elección de la dirigencia, a fin de que no sean solo 400 consejeros los que designen a su líder, sino que sea la militancia panista la que vote y nombre a sus representantes.
Ese cambio en la designación de sus dirigentes y la alianza electoral con el Partido de la Revolución Democrática en algunos estados del país, donde se realizarán elecciones este año, le ha colocado el mote de “perredización” a la nueva etapa que vive el PAN, sobre todo del ala más conservadora que encabeza en este momento Gustavo Madero.
Arturo López de Lara tiene un gran reto que se convertiría en una gran oportunidad en este proceso electoral en Zacatecas.
Si logra obtener triunfos importantes que le proporcionen a la alianza electoral mayoría en el congreso zacatecano y ganar las presidencias municipales estratégicas, podrá consolidar un liderazgo, pero si fracasa, las presiones en su contra lo orillarán abandonar a destiempo la dirigencia estatal blanquiazul.
La victoria electoral le daría al actual dirigente panista la interlocución con el Ejecutivo del estado, pese a que Trejo Reyes asegurara dos o tres posiciones en el congreso estatal, pero la derrota la cobrará factura costosa a su carrera política.
Al tiempo.
* Periodista