Romper con Televisa es esencial para instaurar el nuevo presidencialismo

JOSÉ NARRO CÉSPEDES *

Enrique Peña Nieto (EPN), desde que asumió la presidencia de México, ha buscado restablecer a como dé lugar, el presidencialismo priísta que se puede sintetizar en aquella frase

–                     ¿Qué hora es? La que usted diga, señor presidente.

Así, de manera espectacular ha demostrado el poder del PRI al establecer el llamado Acuerdo por México, el cual se ha convertido en un instrumento que le ha marcado la agenda al Poder Legislativo.

El PRI ha impuesto cada una de las propuestas presidenciales.

Habrá que pensar que La Reforma Educativa y la Reforma a la Ley de Telecomunicaciones no sólo han dado un cambio administrativo en cuanto al sector educativo y de comunicaciones en México, ambas reformas, acompañado con el arresto de la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, han significado el restablecimiento de un orden vertical, donde el presidente es la cabeza.

Las dos reformas, golpean a dos sectores que podrían convertirse en una piedra en el zapato del presidente.

Peña Nieto rompe con estas dos reformas espectaculares con su pasado. Existía la tradición priísta de la ruptura del nuevo presidente con el anterior, pero con qué presidente tiene que romper EPN sino con su padre político, Televisa.

Si bien, aunque los monopolios de las telecomunicaciones en México no han sido severamente lastimadas, si han sido disminuidos en su poder, pues en la reforma constitucional recientemente aprobada, se revive la amenaza de la pérdida de las concesiones.

No es casualidad que la empresa que fue presidida por Emilio Azcarraga Milmo, que se autodefinió como un Soldado del PRI, respondiera al interior, con la tradición priísta de la negación del pasado para asumir el poder total.

Bien se ha probado que Televisa fue fundamental para el crecimiento de Enrique Peña Nieto, y el mismo Emilio Azcarraga Jean a su llegada al Grupo Televisa como Presidente, el 4 de marzo de 1997, tuvo que ganarse la credibilidad demostrando que lograba los objetivos que anunciaba.

Enrique Krauze, historiador y editor que ocupa un puesto en el consejo de Televisa, declaraba: «Cuando vivía su padre, la gente le llamaba “Emilito”, pero una vez que le vieron en acción dejaron de hacerlo de inmediato

La primer acción del Presidente de Televisa fue disminuir a los jefes de las dos divisiones en las que se basa el poder de Televisa, Espectáculos y Noticias.

Así, Jacobo Zabludovski y Raúl Velasco fueron removidos de sus cargos y así, disminuidos hasta que desaparecieron de la empresa.

Los dos personajes que podrían haber disputado el liderazgo en Televisa fueron destruidos, Rupert Murdoch, magnate de los medios y propietario de News Corp., había comentado de él: “desde que falleciera su padre y heredara la empresa, le he visto convertirse en una personalidad fuerte y en un gran líder de la industria de los medios de comunicación. Creo que ha demostrado una enorme fortaleza de carácter y paciencia, consiguiendo triunfar. Ahora, es dueño de su destino”.

Alfonso de Angoitia Noriega (Vicepresidente Ejecutivo) dijo: “Estoy seguro que el éxito de nuestra reestructuración no hubiera sido posible sin el liderazgo y tenacidad de Emilio Azcárraga Jean. Cuando asumió la presidencia tuvo que enfrentarse con graves problemas en la empresa y estaba rodeado de tiburones. Mucha gente, la mayoría, apostó en su contra y después de diez años digo que se equivocaron. Después de trabajar con Emilio estos años, les puedo asegurar que Televisa está en muy buenas manos, en manos de un orgulloso mexicano”.

Esta forma de actuar es esencial para en el ADN del presidencialismo mexicano, pues fue inaugurada por el General Lázaro Cárdenas, quien sólo pudo asumir el poder presidencial con la expulsión del país del General Plutarco Elías Calles.

A partir de ahí, el presidente se convirtió en el máximo poder, pero sólo mientras está en el cargo, y dará todos los golpes necesarios para afirmarse en el poder, sin que se le relacione con el poder pasado.

Peña Nieto golpea al poder que ha en tiempo pasado fue incondicional del PRI al SNTE, golpea (aunque sea un poco) a la empresa que lo llevó al poder, Televisa para establecer un nuevo orden y crear precedente para todos,  que demuestra que él está en el poder.