La Alameda Central del DF; una maravilla
HÉCTOR ALVARADO GÓMEZ *
Hace unos días viaje al Distrito Federal por cuestiones laborales, al concluir mis compromisos de trabajo, fue obligado darme una vuelta por la recién rehabilitada Alameda Central, lo que encontré fue simple y sencillamente maravilloso.
Recuerdo ese sitio antes de ser intervenido por el Gobierno del Distrito Federal que encabezó el Lic. Marcelo Ebrard, como un lugar plagado de ambulantes, sucio, descuidado e inseguro; mis impresiones datan de los primeros meses del 2007, cuando estudiaba un diplomado en Marketing Político en el ITAM.
Había leído sobre los trabajos realizados para restaurar la Alameda Central y había visto muchas fotografías de ella, sin embargo, al visitarla me quedé asombrado por la belleza que ahora luce el parque, pero también por lo que representa para los ciudadanos, sobre todo para los jóvenes del Distrito Federal.
Encontré un espacio de convivencia, de descanso, de trabajo, de encuentro, de alegría, de juego, de paseo, de diversión, de respeto y de expresión cultural; que los niños, los jóvenes, los adultos, las personas de la tercera edad y las familias en general disfrutan de manera segura.
En pocas palabras, la Alameda Central constituye un espacio de felicidad para las personas que la visitan.
El piso de mármol da una impresión de limpieza y pulcritud, sus jardineras están intactas y muy bien cuidadas, sus árboles frondosos, sus fuentes funcionan perfectamente y significan un lugar de juego para los niños, el kiosco es un espacio para realizar actividades recreativas y sus bancas impecables.
Lo que más me impresionó es la cantidad de seguridad que hay alrededor de la Alameda; platicando con un policía, me dijo que de lunes a jueves hay 35 policías en cada turno, mientras que para el fin de semana la cantidad se duplica.
Otra cosa que me fascinó fue la cantidad de iluminación que tiene esa zona de la ciudad, por la noche están todas lámparas encendidas y funcionando; tanto de día como de noche se percibe una sensación de seguridad, alegría y felicidad.
La verdad me dio envidia, porque luego pensé en la Alameda de Zacatecas y cuanto me gustaría que fuera rehabilitada como ocurrió con la del Distrito Federal, respetando la estructura e imagen que tiene actualmente, que también estuviera limpia, iluminada, segura, sin graffiti, sus jardineras llenas de plantas y fuera un lugar de convivencia y alegría para la gente.
Lamentablemente no es así, nuestra Alameda está deteriorada y parece que los gobiernos municipal y estatal quieren dejarla así, y a pesar de que existen 38 millones de pesos etiquetados para intervenirla, la Secretaría de Infraestructura no ha sido capaz de elaborar y presentar un proyecto que rescate a la Alameda de su deterioro, la indolencia gubernamental sobre este emblemático lugar es patente.
Los ciudadanos queremos que la Alameda Trinidad García de la Cadena sea rehabilitada, respetando la estructura e imagen que actualmente tiene, incrementando la cantidad de árboles, rescatando las jardineras, poniendo mayor iluminación, seguridad y haciéndola un espacio de convivencia, alegría y felicidad. Por supuesto que estamos en contra de que sea destruida, como la Secretaría de Infraestructura ya lo hizo con el Jardín Juárez de Guadalupe.
Queremos una Alameda viva y hermosa, no una plancha con arbolitos y foquitos. Ojalá que Luis Alfonso Peschard ya se ponga a trabajar.
Lo cotidiano.
El PRI va por la imposición del IVA en alimentos y medicinas y el incremento del 16 al 22 por ciento, lo que quieren es pulverizar la economía familiar y mantener a la gente en condiciones de pobreza para poder manipularla electoralmente.
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* Opinión absolutamente personal del autor.
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