La necesidad de alianzas amplias en el próximo proceso electoral
CAMERINO ELEAZAR MÁRQUEZ MADRID *
Durante los últimos seis años hemos sigo testigos de una orquestación por parte del Partido Revolucionario Institucional para retomar el control absoluto del estado mexicano.
Basaron su estrategia en el posicionamiento de un candidato presidencial mediante el diseño de su imagen -como si se tratara de un producto- y la difundieron con publicidad encubierta e ilegal con ayuda de las dos grandes televisoras del país.
Esta estrategia se complementó con la re articularon en estados que había perdido el PRI en pasadas elecciones y la consolidación en los estados ganados a base de dinero, dádivas y programas sociales.
El PRI regresó el 1 de diciembre al gobierno federal haciendo fraude a ley y comprando el voto de millones de ciudadanos, pero su retorno no sólo incluye el poder gubernamental, intentan –como antes- gobernar también al Poder Judicial y a los organismos autónomos del gobierno; la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre el Juicio de Inconformidad Nacional por la Presidencia de la República, la exoneración del caso Monex por parte del IFE y el amparo que le otorgó la Suprema Corte de Justicia a Florence Cassez son prueba de ello, históricamente también han controlado a los sindicatos antidemocráticos, ahora todo indica que el Sindicato Petrolero pidió un préstamo con el que apoyó a la campaña de Enrique Peña Nieto.
Esta configuración actual del país, le otorga al PRI el poder no sólo del gobierno a nivel nacional si no el control absoluto del Estado mexicano, por ello, ante el inminente dominio de este partido, la sociedad debemos construir y consolidar una gran alianza que impida la posibilidad de que las decisiones nacionales queden en manos de una solo fuerza política.
El Revolucionario Institucional sabe que actualmente el peligro principal al que se enfrenta son las grandes alianzas ciudadanas; es así que en una decisión sin precedentes el Tribunal Electoral de Veracruz acordó la semana pasada revocar el “ACUERDO DEL CONSEJO GENERAL DEL INSTITUTO ELECTORAL VERACRUZANO, POR EL QUE SE RESUELVE SOBRE LAS SOLICITUDES DE REGISTRO DE LOS CONVENIOS DE COALICIÓN TOTAL PRESENTADOS POR LOS PARTIDOS ACCIÓN NACIONAL Y DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA…” pretextando el incumplimiento del Estatuto del PRD, a partir de una interpretación equivocada del párrafo tercero del artículo 307 del mismo, relativo a la regla de conformación y designación de integrantes de la Comisión Política Nacional, interpretación con la que se pretende derivar un número determinado de votos de la Comisión Política Nacional para la aprobación por el sesenta por ciento de sus integrantes de la política de alianzas, coaliciones y candidaturas comunes, siendo que los articulo 114 y 115 dejan claro que este 60% se refiere a los presentes en la discusión de cada acuerdo.
Estamos convencidos de que esta resolución es una muestra más del poder que el Partido de la Revolucionario Institucional tiene sobre las instancias jurídicas.
Por ello la importancia de alianzas entre la oposición, no obstante, para que esta alianza pueda frenar el avance del PRI, no sólo debe constituirse entre partidos porque resultaría incompleta y poco funcional, la alianza debe estar integrada por una importante base ciudadana consiente de la importancia de la división de poderes, de la autonomía de las instituciones, pero sobre todo de que un país sólo puede avanzar con una visión social y no electoral.
Es necesario retomar uno de los principios fundamentales de la izquierda: la vía electoral es un medio para proporcionar mejores condiciones de vida a la gente, no un fin individual, por ello, los partidos debemos hacer a un lado las candidaturas por cuotas, retomar la importancia del perfil del candidato, especialmente su capacidad y honradez.
De ser necesaria, la alianza con el Partido Acción Nacional en Zacatecas se tendrá que concretar, pero es fundamental entender que no se trata de un fin sino de una herramienta para hacer contrapeso al poder totalitario de un solo Partido Político y que para ello, forzosamente debe de ir acompañada de la aprobación y consenso de las respectivas militancias y del apoyo de todos los sectores de la sociedad convencidos de la importancia de contar con gobiernos que tengan una autentica visión social.
