Ya hay hogares con tres generaciones de mamás adolescentes
CIMAC. Por Gladis Torres Ruiz. Hoy en México existen hogares en donde habitan hasta tres generaciones de madres adolescentes, lo cual es un reflejo de que las políticas de salud sexual y reproductiva “no están impactando como debe ser”, advierten especialistas.
“Tenemos una abuela de 38 años que tiene una hija de 19, quien a su vez tiene una hija de ocho años. Esta modificación en las familias prevalecerá sino se transforman los programas de salud dirigidos a niñas y adolescentes”, explican los expertos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009 (Enadid) elaborada entre el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Consejo Nacional de Población (Conapo), en México hay cinco millones 264 mil 133 niñas entre 15 y 19 años. De ese total, 671 mil 572 adolescentes han estado alguna vez embarazadas.
El 55.2 por ciento de los adolescentes mexicanos son pobres, y uno de cada cinco adolescentes tiene ingresos familiares y personales “tan bajos que no le alcanza siquiera para la alimentación mínima requerida”, indica el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), capítulo México.
El Conapo reporta que las adolescentes de estratos socioeconómicos bajo y medio bajo son las más vulnerables a presentar infecciones de transmisión sexual y embarazos no planeados, los cuales están asociados en muchos casos a la falta de acceso a métodos anticonceptivos.
Rezago en educación sexual
A la vulnerabilidad de las adolescentes pobres que no acceden a esos métodos se suma el estancamiento de la educación sexual dirigida al sector en las escuelas públicas y privadas.
“A las niñas y las adolescentes no se les brinda información científica y confiable para tomar decisiones en salud sexual y reproductiva. No se les informa que un embarazo adolescente rompe un proyecto de vida”, abundan los especialistas consultados.
Advierten que la responsabilidad de dar esa información a niñas y adolescentes es tripartita, es decir inicia en la familia, luego en la escuela como parte del Estado, y posteriormente es reforzada por los sistemas de salud.
En la actualidad la educación sexual y reproductiva en las escuelas, es similar a la que se impartía hace 15 años. “Un libro de texto de la primaria de hace 15 años daba más información que los actuales; a ello se suma que con la entrada de los gobiernos conservadores del PAN se empezó hablar cada vez menos de salud sexual y reproductiva en las escuelas”, afirma una fuente del sector salud.
Nuevamente como hace 50 años se está dejando a las y los jóvenes que encuentren y busquen las respuestas sobre sexualidad entre sus grupos de amistades de la misma edad. “En la pandilla de la escuela ahí aprendimos”, añade.
Falta información
El Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam) señala que el derecho a la salud se garantiza con el acceso a información, educación y servicios de calidad para ejercer la sexualidad libre de riesgos de embarazos no planeados, infecciones de transmisión sexual –como VIH/Sida–, violencia o cáncer cérvico uterino.
La organización documenta que sólo una de cada 10 adolescentes solteras y sexualmente activas en México usa métodos anticonceptivos.
Una de cada tres mexicanas se embaraza por primera vez antes de cumplir los 20 años de edad, y en siete entidades federativas el embarazo en adolescentes ocurre con mayor frecuencia debido a la demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos y la falta de información, abundan expertos en el artículo “35 años de planificación familiar en México”, el cual forma parte del informe La Situación Demográfica de México 2009, elaborado por el Conapo.
Necesidad insatisfecha
En 22 años (entre 1987 y 2009), la necesidad insatisfecha de anticonceptivos (NIA) de adolescentes se ha mantenido, reporta Conapo en el mismo informe pero correspondiente al 2010.
La NIA se define por la proporción de adolescentes sexualmente activas que no tienen acceso a anticonceptivos y no quieren quedar embarazadas.
Tal proporción permanece en 22 por ciento. Este indicador era de 23.7 por ciento en 1987 y para 2009 se redujo a 21.5 por ciento, es decir, apenas 2.2 por ciento.
Conapo explica que la prevalencia de embarazo no deseado y no planeado entre las adolescentes en 2009, es de 40 por ciento, “cifra que revela el tamaño del reto para los programas de salud sexual y reproductiva de adolescentes en México”.
La institución, perteneciente a la Secretaría de Gobernación, sugiere que para conseguir logros significativos se requiere fortalecer las actividades y estrategias encaminadas a favorecer el acceso y la disponibilidad de una gama más amplia de métodos anticonceptivos para los adolescentes.