Tribunal en apuros

JUAN GÓMEZ *
El Tribunal Superior de Justicia registró la semana pasada un episodio que lesionó la relación entre los poderes Legislativo y Judicial de Zacatecas, lo que debilitará la actuación del magistrado Presidente Juan Antonio Castañeda Ruiz.
Después de una larga trayectoria en la administración pública en la que se desempeñó desde Procurador hasta Secretario de Gobierno, Castañeda Ruiz se dedicó al trabajo de su notaría, la número 10, en la ciudad de Fresnillo.
Sin embargo, se incorporó en el último tramo de la administración de la ex gobernadora Amalia García Medina al Poder Judicial, en donde al cambio de gobierno, fue elegido por el pleno del Tribunal Superior de Justicia como magistrado presidente en una elección muy apretada que evidenció la división de dicho poder.
Castañeda Ruiz no ha logrado el control absoluto de un poder dividido en dos claras fracciones, una es la institucional, proclive a la investidura del gobernador Miguel Alonso Reyes y la otra, la de la influencia del ex presidente del Poder Judicial durante la administración de Ricardo Monreal, Felipe Borrego Estrada, secretario técnico del Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal durante la administración del Presidente Felipe Calderón.
El Tribunal Superior de Justicia está dividido de una manera muy singular: seis magistrados son afines a la institucionalidad gubernamental y seis a la fidelidad con Borrego Estrada. Solo el voto del Presidente Magistrado ha permitido inclinar la balanza a favor de la institucionalidad.
En ese camino transita Castañeda Ruiz, con más experiencia en la administración pública, en la política, pero con poca trayectoria en el Poder Judicial, en el que lleva apenas escasos cuatro años.
La llegada de Juan Antonio Castañeda Ruiz a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia no fue un paseo de verano como sucedió en otras ocasiones. Obtuvo solo siete votos a su favor, en tanto que su contrincante el magistrado Armando Ávalos Arellano, consiguió el  apoyo de seis de sus compañeros.
La diferencia de la votación del pleno fue de un solo voto. La magistrada Leonor Varela Parga le cedió la posición.
La renovación del Tribunal de Justicia para Adolescentes muestra el respaldo incondicional de Castañeda Ruiz al magistrado Jorge Ovalle, esposo de la magistrada Julieta Martínez Villalpando.
El magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas envió una propuesta para ratificar a Martínez Villalpando al frente del Tribunal de Justicia para Adolescentes, lo que generó la ira del Poder Legislativo, puesto que de acuerdo al artículo 105 de la Constitución local, el Tribunal debe enviar una terna para elegir magistrado y no una propuesta para que sea solo ratificada.
Es desplante jurídico indignó a los diputados de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Politica de la LX Legislatura y por supuesto, a la Comisión Jurisdiccional que es la que debe recibir el oficio de la terna propuesta.
El Poder Judicial bajo la batuta de Castañeda Ruiz desestimó la función constitucional y jurídica de su homólogo Legislativo, lo que no solo lesiona la relación entre ambos poderes, sino que muestra falta de respeto y desequilibrio entre pares.
En pocas palabras, ningún poder puede estar encima de otro.
Aceptar la “recomendación” del Tribunal Superior de Justicia hubiese significado sumisión de un poder a otro. Así de simple.
La forma, es fondo.
* Periodista
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