Presupuesto de Egresos 2013 y Programa de Trabajo
NORMA JULIETA DEL RÍO VENEGAS *
La conformación del Presupuesto de Egresos anualmente significa un intenso cabildeo en la Cámara de Diputados que llega a ser motivo de tensión no sólo entre los grupos parlamentarios, incluso al interior de las fracciones suele haber fricciones. El desfile de Gobernantes y Presidentes Municipales comenzó desde hace semanas en busca de los integrantes de las Comisiones en la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, siendo los de mayor solicitud de audiencia los integrantes de la Comisión de Presupuesto y la de Hacienda y desde luego, cada Sector busca a su Comisión.
El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el Ejercicio Fiscal 2012 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 12 de diciembre del año 2011, comparado con años anteriores, se puede decir que fue en tiempo y forma. Más sin embargo en este año se entiende que debido al proceso de transición, este será aprobado en días posteriores, la fecha límite para la presentación del mismo será el 15 de diciembre de 2012, más sin embargo, se anuncio el día de ayer que será este viernes cuando sea entregado al Congreso de la Unión.
Fue el pasado lunes cuando el nuevo Secretario de Hacienda y Crédito Público, Dr. Luis Videgaray Caso, anunció que el paquete económico que propondrá el Presidente de la República al Congreso de la Unión para el ejercicio 2013, no considera la creación de nuevos impuestos, contando con medidas de austeridad.
En nuestro Estado, ese mismo día el Gobernador informó que el Presupuesto de Egresos 2013 es parecido al del año 2012, y al igual que el Dr. Videgaray anunció medidas de austeridad, estando el Presupuesto sujeto a la aprobación del PEF, al igual que en todas las Entidades Federativas.
En teoría los tres órdenes de Gobierno deben contar con un Programa sobre los proyectos que se presentaron con su expediente debidamente integrado para que estos puedan ser autorizados, la pronta elaboración de los mismos conlleva a planear y ejecutar en tiempo.
Cuando estos sean autorizados, se debe de comenzar a planear su ejecución conforme al calendario establecido y apegados a las reglas de operación de que trate el programa.
La parte normativa entonces estará cubierta, más sin embargo, se espera que las ministraciones de los recursos sean en tiempo para iniciar con su ejecución y ser canalizados a las dependencias ejecutoras.
Lo anterior es prioritario para que se comience la aplicación y ejecución de los recursos, pues el hacerlo tarde por cualquiera que fuere la causa, imputable o no a la entidad, propicia el comenzar a licitar de manera tardía. La transparencia que exige hoy en día la ciudadanía, no tolera el retraso en la ejecución de los recursos por parte de las dependencias responsables, y que ello lleve a justificar con dictámenes exceptuando licitaciones por cuestiones de tiempos y se adjudiquen obras de montos importantes que la norma obliga a licitar con carácter nacional, y en algunos casos conforme a la Ley, Internacional.
Esto fomenta la aplicación de recursos para el apoyo de programas dirigidos a una parte de la población que así lo necesite, especificando los montos y porcentajes establecidos con base a los criterios procurando la equidad entre regiones y comunidades.
No hay que olvidar que una de las tareas primordiales para cualquier Gobierno es comenzar a ejercer sus presupuestos conforme a un Programa Anual de Trabajo como se denomina en la Federación, o como Plan Operativo Anual en las Entidades Federativas.
Este plan o programa es el documento rector, en el cual cada una de las áreas que integran la Administración Pública planean sus estrategias y establecen sus diagnósticos y las alternativas de solución para la administración de recursos para servicio de la ciudadanía y debe ir ligado con un cronograma de actividades conforme al presupuesto asignado.
Lo anterior permite indicar las acciones que se realizarán, establecer plazos de ejecución para cada acción, definir el presupuesto necesario, y nombrar responsables. Permite además, realizar el seguimiento necesario a todas las acciones y evaluar la gestión anual, semestral o mensual, según se planifique.
Esto nos habla que este comienzo será y debe de ser estipulado conforme al Programa de Trabajo, y que la ejecución de los recursos debe regirse de acuerdo a las leyes en la materia para su aplicación, es decir, adquisiciones u obra pública, tanto Federales como Estatales según el origen del recurso.
Lo anterior se establece en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 134, el cual señala la aplicación transparente de los recursos que disponga la Federación, Estados, Municipios, y que serán evaluados por instancias técnicas que se establezcan. Además, habla de llevar a cabo las licitaciones correspondientes o en su defecto, las invitaciones o adjudicaciones directas remitiéndonos a las leyes de la materia.
Pero no solo queda en anunciar el trabajo a realizar en un Programa Operativo Anual o en un Programa Anual de Trabajo o como se le quiera denominar, viene la parte esencial, las mediciones mensuales, bimestrales, trimestrales, es decir, que lo que se haya plasmado en el cronograma de actividades con presupuesto, se lleve a cabo en tiempo y forma, que las metas se cumplan y en donde no se haya cumplido, exponer los motivos que generaron esos desajustes a los programas, así como contar con indicadores reales de sus avances.
Presentar las acciones y calendarizarlas quizás resulte lo más sencillo para quienes las elaboran, pero el cumplimiento de ello es donde verdaderamente se ve el trabajo y el espíritu de los servidores públicos y desde luego, las acciones de un buen Gobierno.
Esto se da por lo regular al inicio de año en todas las Entidades Federativas, pero llegando al primer trimestre del año, ya comienza el retraso de la ejecución de proyectos y es necesario mover todo el esquema de planeación y metas, habría que acelerar el paso y dejar de encontrar excusas para adjudicaciones que violentan la normatividad y en algunos casos, lastiman a la sociedad, pues son los beneficiarios de las obras.
