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| Fotos: Cuartoscuro.Com |
Querétaro, Qro.- Al asumir la presidencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Humberto Moreira advirtió que pese a las alianzas “impúdicas” y las “relaciones espurias” entre quienes traicionan sus orígenes partidistas, el priísmo será invencible.
Moreira Valdés dejó claro que al priísmo unido no le atemorizan “las alianzas impúdicas que solamente se hermanan en su obstinación de frenar lo inevitable, el avance del PRI”.
Y envió un mensaje al PAN y al PRD: “El priísmo ganará (la Presidencia) en 2012”.
El nuevo dirigente censuró al gobierno federal y dijo que México tiene un “rostro triste” derivado de la violencia, el de una nación superada por naciones hermanas que antes lo admiraban, el de un país que hacia el exterior actúa con incongruencia e impericia y que hacia el interior ha extraviado el rumbo.
“Ante esta realidad, los priístas reafirmamos nuestro orgullo por lo que supieron realizar los gobiernos emanados de nuestro partido. Sin embargo, no es al pasado a lo que los priístas deseamos regresar. No es a ningún pasado que esta generación del PRI pretende volver.
“Quienes quieren volver al pasado son los conservadores que defienden privilegios y atentan contra el Estado laico. Quienes desearían volver al pasado son los nostálgicos del populismo, los que creen que la equidad social es igual a subsidios irracionales e insostenibles”.
Moreira y Cristina Díaz rindieron protesta como presidente nacional y secretaria general del tricolor, cobijados por sus 19 gobernadores en funciones y dos electos, los líderes camarales Manlio Fabio Beltrones y Francisco Rojas, los dirigentes de los sectores Emilio Gamboa, Joaquín Gamboa Pascoe y Gerardo Sánchez y la dirigencia saliente que encabezaron Beatriz Paredes y Jesús Murillo.
Ante más de 20 mil priístas —según Protección Civil de Querétaro— que desbordaron el Centro de Convenciones, Moreira ratificó su compromiso con la norma interna del tricolor y se pronunció por un Estado fuerte, pero no obeso, con autoridad y capacidad de ejecución, pero no arbitrario, que respete al mercado, pero que corrija sus limitaciones y excesos.
Comprometió al PRI a impulsar con eficacia el crecimiento de la economía y la creación de empleos, construir una nueva cultura de responsabilidad fiscal, a realizar una alianza con los sectores productivos para propiciar inversión y revertir el agravamiento de la pobreza y marginación social, a apoyar a jóvenes y mujeres.
Después, aseguró que el priísmo ganará los comicios locales de 2011 en el Estado de México, Coahuila, Nayarit, Hidalgo y Michoacán y recalcó que esas victorias serán el preámbulo de la conquista de Los Pinos en la contienda de 2012.
“No nos atemorizan las relaciones espurias de quienes traicionaron sus orígenes, trayectorias y discurso, por la vana ilusión de impedir las victorias del PRI. No nos atemorizan las maniobras amparadas en la legalidad partidaria, pero aunadas a la ilegítima intervención gubernamental que pretenden frustrar el anhelo de las mayorías que desean que gobierne el PRI”.
El ex gobernador de Coahuila dijo que en el PRI saben que las alianzas electorales se hacen para objetivos positivos y sumar propuestas afines, así como generar programas diseñados bajo principios compartidos.
“Sabemos que el partido se ha desunido y ha perdido, y sabemos también que cuando está unido es invencible. No hay razón, interés, ambición o proyecto individual o de grupo que pueda anegar mayor valor que la unidad de nuestro partido”.
El nuevo dirigente tricolor afirmó que “la alternancia no provocó las mejoras que la gente esperaba del gobierno”.
“Pese a algunas cuentas alegres y promesas olvidadas, el empleo está rezagado y las oportunidades son insuficientes… los salarios han sido superados peligrosamente por los precios y se han multiplicado los jóvenes que no encuentran lugar en el estudio y en el trabajo”.
