Me llevo lo mejor: Sigifredo Noriega

Ensenada, Baja California.- Con nostalgia y tristeza por su partida a Zacatecas, el obispo Sigifredo Noriega Barceló manifestó que fueron cinco años llenos de retos, en los que aprendió a ser obispo, llevándose lo mejor del Puerto y viendo siempre para adelante.

En la Iglesia siempre ha habido traslados, el pasado 2 de agosto los ensenadenses recibieron la noticia de que el Obispo Sigifredo Noriega Barceló dejaría de ser el representante católico de Ensenada para ser el Obispo de Zacatecas.

“Fui ordenado obispo de Ensenada en el año 2007, sin embargo después de cinco años el Papa Benedicto XVI después de recibir el consejo de las personas que se encargan en México de los cambios de diócesis, porque razón, no sabría decirlo, sólo me dijeron, la Iglesia te necesita en Zacatecas”, expresó Noriega Barceló.

Ensenada una meta significativa

Para el Obispo cada momento fue especial y significativo, esperando que lo poco que se ha sembrado, sea cultivado y de frutos de caridad, unidad, esperanza y optimismo, manifestando que lo mejor está por venir.

“Fueron años muy intensos por el tipo de retos que tenemos al empezar una diócesis, el primer reto fue conocer la diócesis y no sólo la geografía, sino conocer las comunidades y sus necesidades y otro reto era estar cerca de la gente” comentó.

El religioso señaló que Ensenada es un mosaico de personas y culturas, donde hay muchísima riqueza y donde la persona que emigra y que viene o va, no solamente tiene necesidades, sino inquietudes.

“Yo he visto que la gente de Ensenada es inquieta y positiva, falta dar el siguiente paso, lo propositivo”, es un lugar muy bueno para vivir y convivir, se vive tranquilo y en paz, el clima humano es positivo, la gente nativa de Baja California es muy especial”, señaló.

Avanza transición

Cuando se da un traslado, no se elige inmediatamente a un nuevo Obispo, pero si inicia un proceso de selección de acuerdo al perfil de la gente que se necesita, Noriega Barceló calculó que aproximadamente en medio año será nombrado un nuevo Obispo para la ciudad.

“En cinco años hemos puesto algunas bases para una iglesia diocesana, tanto en las parroquias como en el personas y las comisiones, el que viene debe continuar poniendo otras estructuras que faltan, no hemos alcanzado a ponerlas todas ni hacerlas sólidas, como todo inicio hay un poco de inestabilidad”, añadió.

El pontífice dejó en claro que la persona que venga deberá aportar lo suyo, ya que cada quien tiene su forma de ser, sin embargo es misión de la iglesia, no un cometido propio, por lo que el próximo Obispo tiene que continuar con el reto de la nueva evangelización.

Sigifredo Noriega dijo que el mejor consejo ha sido por parte de su padre quien le dijo, “Hijo pa delante”, sin embargo aunque Noriega Barceló estará a kilómetros de distancia él asegura que su corazón estará siempre cercano a los ensenadenses.

“Me llevo la respuesta de la gente admirable, la confianza, la gente confía en su iglesia, en un servidor y me llevo esa apertura, ese cariño y el que me hayan enseñado a ser Obispo, apenas son 5 años, apenas voy saliendo de la primaria”, bromeó.

Zacatecas un reto por venir

La iglesia de Zacatecas tiene 150 años como diócesis, Sigifredo Noriega fue el primer Obispo de Ensenada, en Zacatecas será el número quince, por lo que el reto será integrarse a una nueva comunidad con otros procesos y posibilidades.

“Desafortunadamente en Zacatecas las circunstancias no son favorables, ni en lo económico, porque van saliendo de tremenda sequía, ni en cuestiones de seguridad, porque lo que había en Baja California hace cuatro años, esta sucediendo allá, sin embargo es el Estado con mayor porcentaje de católicos y la gente es muy noble y entregada”, ilustró.

Finalmente, el obispo electo de Zacatecas deberá estar allá a partir del 2 de octubre, pero siempre manifestando su eterna gratitud a todas las personas creyentes y no creyentes.

“Para mi toda persona es un regalo de Dios y más cuando esas personas te tratan de la mejor manera posible, estoy muy agradecido, la vida continúa y espero que lo poco que hayamos sembrado con la palabra de Dios y de frutos abundantes y que vivamos como una sola familia”, concluyó.

Con información de: lacronica.com de Ensenada