Más deudas que logros para las mexicanas

LUCÍA LAGUNES HUERTA*

Por más esfuerzos que hizo la “nutrida” delegación oficial del Estado mexicano para convencer a las expertas de Naciones Unidas de que en México hay grandes avances en materia de Derechos Humanos (DH) de las mujeres, las recientes recomendaciones emitidas por el Comité de la CEDAW demuestran que hay más deudas que logros.

Diez días después de que el Estado mexicano compareciera ante las Naciones Unidas, llegan las recomendaciones que buscan subsanar las ausencias e ineficiencias para eliminar todas las formas de discriminación hacia las mujeres.

La inseguridad, desapariciones forzadas, la impunidad, la falta de coherencia entre las leyes, así como la ausencia de datos oficiales son algunos de los ejes centrales que cruzan a lo largo de sus 44 apartados y sus 52 recomendaciones.

Pese a las reiteraciones de la delegación oficial de que la estrategia de seguridad desatada por Felipe Calderón tiene como principio la protección de la ciudadanía, el comité de expertas, ante la evidencia documentada por las organizaciones sociales, pidió cambiar la estrategia de seguridad pública debido a que ésta ha impactado negativamente en el goce y disfrute de los DH de las mujeres y niñas, dice el Comité, intensificando los patrones existentes de discriminación y violencia contra las mujeres.

Eso del andamiaje legal logrado en seis años, suena muy bien, pero la falta de armonización coherente del Estado mexicano en la aplicación de la ley es sin duda una de las grandes carencias que es retomada por el Comité de Expertas de la CEDAW.

La máxima de dime en qué entidad vives y te diré qué derechos tienes no puede seguir existiendo en México, especialmente en lo que respecta al principio de no discriminación e igualdad entre mujeres y hombres, aborto y feminicidio, señala el documento de recomendaciones al Estado mexicano.

Como tampoco puede persistir impunidad, la desconfianza en las autoridades para la investigación y protección de las víctimas, pues ello atenta contra su derecho al acceso a la justicia y a la debida investigación, asegura el Comité.

Las demoras en las respuestas de las autoridades competentes para garantizar los DH de las defensoras y periodistas quedaron como gran preocupación para las expertas, especialmente porque son agentes del Estado quienes suelen ser los agresores.

Esta radiografía ya la conocemos quienes vivimos en México; lo trascendente es que esta sea la radiografía que empiezan a analizar las instancias internacionales defensoras de DH, cerrando los márgenes de maniobra de los agentes gubernamentales para insistir en que en nuestro país todo está bien, hay grandes avances y la población está protegida.

Hay que reconocer que por recursos la delegación oficial no escatimó, si bien formalmente estaba integrada por 13 personas, la realidad llegaron 60, todas pagadas con recursos públicos.

Extraño fue que pese a lo acostumbrado de que la jefatura de la delegación recayera en la titular del Instituto Nacional de las Mujeres, esta vez su nombramiento oficial se disminuyó a jefa alterna, al mismo nivel que el embajador Alejandro Negrín Muñoz y la embajadora Yaniret Morgan.

Para algunos integrantes de dicha comitiva oficial, la lucha de poder ente el embajador Negrín y la titular del Inmujeres, Rocío García Gaytán, produjo más tensión y desasosiego que certezas en la delegación.

Lo cierto es que para el Comité de Expertas la jefa de la delegación siempre fue Rocío García, y así la nombraron y la trataron.

Espero que sean lecciones aprendidas y que para dentro de cuatro años que vuelva México a rendir un informe ante el Comité de Expertas de la CEDAW se llegue no sólo con discursos sino con hechos.

@lagunes28
*Directora general de CIMAC

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