Convención Antipeña en San Salvador Atenco
San Salvador Atenco, Estado de México.– El rechazo al triunfo del candidato presidencial priísta, Enrique Peña Nieto, unió ayer a dos movimientos que han puesto en jaque al político mexiquense: el #YoSoy132 y el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT).
Más de 800 estudiantes y militantes de 250 organizaciones sociales se reunieron en la plaza de este poblado, donde hace seis años se realizó el operativo policiaco contra quienes se opusieron al proyecto de construir un nuevo aeropuerto, y que dejó como saldo dos muertos y decenas de golpeados y detenidos.
Acompañada por Ignacio, América y Trinidad Ramírez del Valle, líderes de los ejidatarios de Atenco, Laura subrayó que ahora luchan contra las irregularidades cometidas por el PRI durante el proceso electoral para hacer ganar a Peña Nieto la elección presidencial.
Enarbolando el simbólico machete, la atenquense Trinidad Ramírez hizo un recuento de la represión que han resentido tras la irrupción de la Policía en el pueblo de Atenco, en mayo de 2006.
Afirmó que hubo 207 detenidos sin órdenes de aprehensión, decenas de golpeados, violaciones sexuales a mujeres, condenas de más de 100 años de prisión y encarcelamientos en penales de máxima seguridad.
“No es casualidad que sea Atenco, no es casualidad que sea 2012. Enrique Peña Nieto, quien hoy se pretende imponer como presidente de este País, es el mismo que ordenó la represión en San Salvador Atenco”, señaló la activista, quien recordó que gracias al reclamo de muchas organizaciones sociales, los pobladores detenidos ya están libres.
Al tomar la palabra, Ignacio Del Valle, uno de los encarcelados, revivió las consignas de los ejidatarios.
“No nos vamos a quedar lamiendo nuestras heridas. Tenemos que trascender y aquí nadie se raja”, expresó el dirigente del FPDT.
Los Anfitriones
Los anfitriones recibieron a los jóvenes visitantes con un desayuno consistente en guisado de nopales con huevo, frijoles y café que fueron preparados por habitantes de distintas comunidades. Más tarde, mientras organizaban el trabajo de las siete mesas instaladas, gente de Atenco cocinó carne y calabazas para la comida.
Para llegar al municipio mexiquense, varios estudiantes de la UNAM rentaron autobuses que salieron de Ciudad Universitaria y del Zócalo capitalino.
Uno de los camiones se averió en el trayecto y quienes lo ocupaban abordaron las otras unidades que iban en la caravana.
“Se dice mucho: ‘¿por qué se juntan?’. Cómo no lo vamos a hacer, si aquí está la legítima necesidad del pueblo”, dijo Diego Dante, estudiante de la Universidad Anáhuac, para justificar el encuentro de los movimientos #YoSoy132 y Atenco.
Destacó que además de universitarios, también están presentes estudiantes de preparatoria, que se trasladaron en Metro y en combi.
Jair, Jaime y Arturo, alumnos de la Preparatoria 9 de la UNAM, informaron que viajaron a Atenco aun en contra de la voluntad de sus padres.
“Atenco está muy estigmatizado por la opinión pública, cuando aquí están las víctimas no los victimarios”, dijo Arturo, estudiante de 18 años que vive en Delegación Gustavo A. Madero.
El primer día de discusiones entre estudiantes y activistas, tuvo como base el documento de las demandas del movimiento #YoSoy132, en el cual destaca la democratización de los medios de comunicación, así como el cambio de los modelos educativos, económicos y de impartición de justicia en México.
Prevén que este domingo den a conocer las acciones con las que pretenden impedir que Peña Nieto asuma la Presidencia de la República.
Un Sentimiento Agridulce
Para estudiantes de la Universidad Iberoamericana estar por primera vez en San Salvador Atenco significa un acercamiento con un agravio que han hecho suyo: la represión policiaca que vivieron los pobladores de este Municipio hace seis años.
Hace poco más de dos meses, el 11 de mayo pasado, varios de ellos increparon en su escuela al candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, a quien le recordaron que Atenco no es un caso cerrado.
“Atenco no se olvida”, decían las pancartas que mostraron durante la comparecencia del ex gobernador mexiquense, marcada por las protestas de los alumnos reunidos en la auditorio de la Ibero.
Y aunque sabían de los hechos de violencia ocurridos en 2006, varios de los universitarios que alzaron la voz contra Peña Nieto nunca habían estado en este municipio ni habían hablado directamente con los afectados.
Ayer, en medio de las discusiones sobre el plan de acción de la Convención Nacional contra la Imposición, Beatriz Creel salió de la casa ejidal, ubicada en la plaza central del poblado, para opinar sobre su arribo a Atenco.
“Es una gran experiencia para mí por todo lo que se ve, se escucha y, sobre todo, por hablar personalmente con las personas que vivieron el altercado.
“Se siente esa energía en este lugar donde se violaron los derechos humanos de manera brutal. Se sienten las ganas de salir adelante y de luchar por nuestros derechos”, comenta la joven pelirroja, una de las universitarias que reclamó a Peña Nieto aquel ‘viernes negro’ en la Ibero.
En mayo de 2006, cuando ocurrió el operativo policiaco, Beatriz Creel tenía 14 años.
Dice tener recuerdos de lo que en la televisión y en la radio se informó sobre los hechos, pero admite que hasta hace poco dimensionó la realidad de Atenco.
Con arracadas en la nariz y el labio, Lucía Riojas, estudiante de Comunicación, confiesa que experimenta un “sentimiento agridulce” con su visita a esta tierra mexiquense.
“Una felicidad enorme de poner estar acompañándolos, pero a la vez no se puede evitar que pasen por nuestra mente esas imágenes que todos alguna vez hemos visto”, asegura.
Para la joven de 24 años, el recibimiento que el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra dio a los jóvenes sella un acto de hermandad.
“Estar aquí es como cerrar ese abrazo que inició aquel día entre la Ibero y Atenco”, dice.
A bordo de un automóvil, los ocho estudiantes de la Ibero salieron del Distrito Federal a las 7:45 horas. Una de sus compañeras que reside en Texcoco las guió para llegar a Atenco.
Luego de la inauguración, el grupo participó en las mesas de trabajo que se instalaron en la explanada principal y en la casa de resistencia. Dos de ellos incluso fungieron como relatores.
Luego de que los estudiantes enarbolaron la denuncia de la represión policiaca en Atenco, activistas del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra han participado en las marchas y en las asambleas interuniversitarias.
Aunque en principio se acordó que sólo tendrían derecho a voz en las reuniones del movimiento #YoSoy 132, en la asamblea realizada hace dos semanas en la UAM-Xochimilco, se les otorgó el derecho a voto.
“La lucha de Atenco no debe ser olvidada. Es el símbolo de muchas otras en resistencia”, expresa Lucía.