Luto en las letras por muerte de Tomás Segovia
Guadalajara, Jalisco.- “Algo debe morir cuando algo nace”, dice un poema de Tomás Segovia, quien falleció ayer a las 14:30 horas, debido a complicaciones derivadas del cáncer de hígado que le fue detectado recientemente. Con su deceso comienza su herencia en la literatura hispanoamericana como uno de los últimos poetas surrealistas.
A los 84 años, una de las voces de la poesía más destacadas de México y España guardó silencio. La viuda del poeta nacido en Valencia en 1927, María Luisa Capella informó vía telefónica a este medio que el autor de Apariciones pasó sus últimos momentos en su hogar “rodeado de sus hijos, de todos sus amores y de su familia. Todos estos días estuvo rodeado por sus hijos y muy amorosamente cuidado”, expresó la viuda del poeta del exilio español.
Tomás Segovia llegó con su familia a México en 1940, pero su exilio comenzó cuatro años antes en Francia y luego en Marruecos. Estudió Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Autónoma de México (UNAM) y en territorio nacional fue donde desarrolló su carrera de poeta, novelista, ensayista y traductor.
El cuerpo del español nacionalizado mexicano fue traslado a la Funeraria García López de San Jerónimo, en la capital del país. La directora del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar, señaló en su cuenta de Twitter que “la voz del poeta es eterna”.
Capella destacó que hay varios textos inéditos, “pues seguía escribiendo. Tomás tenía mucho escrito que no se ha publicado, pensaba mucho”. La viuda recuerda que hace unos días durante el reconocimiento Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval, en Aguascalientes, donde expresó una de las preocupaciones, que era definir a los indignados como un movimiento contra los políticos, “sino como una defensa de la política”.
En cuanto a la revisión de la obra, éste será un trabajo grande, considera Capella, quien dice que habrá libros próximos. Para el poeta Hugo Gutiérrez Vega, Tomás Segovia es “uno de los principales poetas de México, al margen de sus premios”. Destacó que su colega llegó a México muy niño, “tenía las dos nacionalidades y las dos sensibilidades, la española y la mexicana, pero definitivamente nosotros nos la robamos, él pertenece a la literatura mexicana y pertenece a los innovadores de la literatura mexicana”.
“Fue pionero en muchos aspectos de la poesía erótica explícita, además del domino de la forma, su manejo del idioma. Fue un espléndido traductor del inglés y del francés, su labor en El Colegio de México y en el Centro de Traductores fue una de las más importantes de nuestro tiempo. Creo que la importancia de Segovia no se mide por los premios recibidos, sino por los lectores que tiene”, expresó en entrevista Hugo Gutiérrez Vega, quien consideró que el número de seguidores de la obra del poeta nacionalizado mexicano se debe a su “erotismo tan valiente”.
El poeta Luis Vicente de Aguinaga comentó entrevista que “es difícil referirse a la obra de Tomás Segovia en todos los aspectos porque fue un hombre longevo y tan activo. Fue un hombre de gran vigor y curiosidad intelectual”.
Segovia cuenta con una amplía obra literaria, la cual le hizo merecedor a distintos reconocimientos entre ellos el Juan Rulfo de Literatura Latinoamericana y del Caribe en 2005, ahora Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, el Octavio Paz en 2000 y el Xavier Villaurrutia en 1972.
“Fue un poeta solar, que siempre se inclinó por la claridad como gran fenómeno universal y como gran tentativa estética y eso está a la vista de cualquiera de sus lectores al menos en sus libros de poesía”, expresó De Aguinaga, quien añadió que los textos del exiliado español hacen una descripción de la vida cotidiana no como vulgar, sino como un territorio alcanzado por la magia de las energías del cuerpo”.
Una voz inolvidable
El poeta, dramaturgo, novelista y traductor de origen español y nacionalizado mexicano Tomás Segovia (1927-2011). Emigró a México en tiempos de la Guerra Civil Española, cursó el bachillerato en este país hasta 1944 y posteriormente estudió en la Facultad de Filosofía y Letras, en la UNAM.
Su primera publicación poética fue en 1945 y a partir de 1948 realizó sus primeras conferencias, artículos y traducciones para el Fondo de Cultura Económica.
En México laboró para cine y televisión, dio clases en el Instituto de Intérpretes y Traductores y fue investigador por El Colegio de México. Además, fue fundador de la revista Vuelta, junto con Octavio Paz. Desde 1985 fijó su residencia entre Madrid y el sur de Francia, dedicado a la traducción, así como a impartir eventualmente cursos, seminarios, conferencias.
Entre los títulos de su poesía destacan: La luz provisional, uno de sus primeros libros, Apariciones, Cuaderno del nómada, Cantata a solas, Lapso, Noticia natural, Fiel imagen y Sonetos votivos. Entre los reconocimientos a los que fue acreedor destaca el premio Xavier Villaurrutia, en 1972, el Alfonso X de Traducción, en 1982, 1983 y 1984, el Octavio Paz en 2000 y el Juan Rulfo de Literatura Latinoamericana y del Caribe en 2005.
El Informador