Hay acuerdo Iglesia Católica-Ultraderecha de cara a 2012: Aragón
México, D.F.- Adelantándose al inicio oficial del proceso electoral y despojada de todo pudor, la Iglesia Católica anunció el pasado fin de semana que en las elecciones presidenciales de 2012 apoyará al candidato que postule el Partido Acción Nacional y que atacará desde su trinchera, como lo hizo en 2006, los esfuerzos de los partidos de izquierda por ganar los comicios de julio próximo.
Vía comunicado, Hortensia Aragón Castillo, coordinadora nacional de Foro Nuevo Sol-PRD, señaló que así lo dejan ver los agradecimientos públicos que a través de su semanario “Desde La Fe” expresan los jerarcas de dicho culto a Felipe Calderón Hinojosa, al Partido Acción Nacional y a la SCJN, por dejar sin cambios los artículos 7 y 16 de las constituciones de Baja California y San Luis Potosí, respectivamente, con los que se seguirá encarcelando a las mujeres que por alguna causa lleguen a abortar.
Además, con sus señalamientos en contra del PRD y de Marcelo Ebrard como “promotores de la cultura de la muerte”, los jerarcas católicos reiteran lo que la semana pasada sostuvimos, que Felipe Calderón promueve un acuerdo con los sectores más radicales y de ultraderecha del país, incluida la Iglesia Católica, para ganar el voto de los grupos conservadores rumbo a 2012.
La semana pasada, en pleno debate de la SCJN en torno al aborto, Felipe Calderón “recordó” a los ministros que la protección al derecho a la vida desde la concepción es una potestad de los estados en sus legislaciones, con lo cual el titular del Poder Legislativo no sólo mintió, sino que intervino de manera grosera en las decisiones del Poder Judicial, violando así la Constitución Política Mexicana en su artículo 49, que habla de la necesaria división entre los Poderes de la Unión.
Acto seguido, envió a la Cámara de Senadores una “recomendación” para retirar el párrafo 1 del artículo 4 del Pacto de San José, que establece que la protección del derecho a la vida desde la concepción no constituye una obligación de legislar en ese sentido, sino que los Estados conservaban el derecho de prever excepciones en su legislación, lo cual representa una intentona más para que los senadores legislen a conveniencia de los intereses del titular del Poder Ejecutivo, de la ultraderecha panista y de los grupos radicales antiabortistas empeñados en no reconocer los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres mexicanas.
Sería lamentable que el Senado se plegara al pacto político que, rumbo a las elecciones de 2012, Felipe Calderón ha firmado con los grupos económicos y sociales que promueven el conservadurismo en nuestro país, a quienes a cambio de sus votos en favor del candidato presidencial del PAN, ha prometido aplicar medidas retrógradas que atentan contra el derecho de las mujeres y de las familias a decidir de manera libre y responsable sobre el número de hijos que quieren tener, pasando por encima de las reformas con las que apenas en marzo pasado los propios senadores elevaron la protección de los derechos humanos a rango constitucional.
