Puño y Letra | ¿Qué nos Queda?
SILVIA MONTES MONTAÑEZ
UNIVERSIDAD Y GOBIERNO se proyectaban en los años setenta y ochenta como los dos únicos sectores a los que podía acceder la población zacatecana como fuentes de empleo y formación de profesionales en aquel tiempo con otros perfiles y otros sueños.
ERAN LOS POLOS productivos más fuertes de Zacatecas. Aquí no había más y en ambos casos se mostraban con niveles aceptables en el entorno que campeaba por aquellas épocas cuando la autonomía era la gran reivindicación en la UAZ.
ACTIVOS y siguiendo un desarrollo de profundo compromiso social, los universitarios enorgullecían a nuestra tierra, encabezaban batallas llevando la bandera de la justicia social y se involucraban a fondo en el desarrollo científico en general.
EN ZACATECAS ambos ejes –gobierno y universidad- entraron en una espiral decadente mostrándonos ahora mismo el peor tiempo de que tengamos memoria con personajes impresentables en los dos casos y en un ambiente contaminado y sucio.
NO HAY MÁS una ruta que les permita remontar la crisis en que se encuentran donde un mal llamado gobernador genera trascendidos de intromisión en el proceso de relevo de un rector que atraviesa por una situación que acusa una tragedia inenarrable.
SE DECÍA en momentos financieramente graves que la UAZ era un barril sin fondo y se hicieron esfuerzos extraordinarios como el de la exgobernadora Amalia García por atender de fondo el problema. Lo hizo pero los malos manejos prevalecieron y el barril se volvió a desfondar.
AÑOS ATRÁS era grandioso asistir a los eventos auspiciados por la universidad, foros, conferencias, conversatorios, invitados de alto nivel intelectual, encuentros, vida cultural, toda una gama de actividades que hoy sólo provocan nostalgia ante una situación inédita y lamentable.
AHORA la universidad trasciende por actos deleznables, por evidencias de misoginia en contra de la dirigente de su sindicato de maestros Jeny González Arenas y por judicializar asuntos serios en extremo justo al momento de vivir un proceso de elección interna.
LOS DOS personajes centrales enfrentan demandas y son actores de historias tan serias como tan manipuladas para golpear a la institución. El gobierno aparece como actor central. Si ya de por si estamos hartos de sus desaciertos esto viene a ser la cereza de un tóxico pastel donde la UAZ es víctima.
ESTÁN mientras yo escribo lo que les comparto en este momento, cerrando las urnas –algunas supuestamente embarazadas como se mostraron en videos movidos en redes-; la credibilidad en la limpieza de la jornada se debilita en el tiempo de una elección con celulares que todo lo registran.
HUNDIDOS hasta el cuello quienes debieran enaltecer su desempeño para corresponder a la sociedad zacatecana, -los actores que mueven aquellos dos sectores décadas atrás tan sobresalientes-, nos muestran ahora, el peor de sus rostros ¿Qué nos queda?