La sequía y nuestra responsabilidad como ciudadanos comunes
JACOBO CRUZ
El estado de Zacatecas es una de las entidades del centro norte de México castigada severamente por la sequía, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), actualmente el 96.2 por ciento del territorio estatal presenta algún grado de afectaciones por la falta de lluvias. A finales del mes de abril, el número de municipios zacatecanos en condiciones de sequía moderada creció de 26 a 34, el resumen es: 3 demarcaciones están clasificadas en sequía severa, 31 en sequía moderada y 24 se encuentran en condiciones anormalmente secas.
De acuerdo a la clasificación que maneja la Conagua, los territorios con sequía severa se caracterizan por la probable pérdida en cultivos, alto riesgo de incendios, escasez de agua y la necesidad de imponer restricciones en el uso del líquido, esto es un problema muy serio que afecta directa o indirectamente al total de zacatecanos.
Cada año, en la temporada más calurosa y seca se despierta una preocupación creciente entre la ciudadanía que se manifiesta principalmente en las redes sociales, donde se hace el llamado a cuidar el agua, a no tirar basura y a sembrar árboles como medidas urgentes para remediar el problema, lo malo de todo esto es que se trata de acciones de alcance doméstico, que no son despreciables, pero resultan insuficientes. Estas buenas intenciones de los ciudadanos comunes, dejan ver que se requiere una visión global que recae como responsabilidad del gobierno mundial que en su gran mayoría es de tipo capitalista, donde el único interés es la ganancia y riqueza de particulares, sin importar la destrucción del planeta.
Si los gobernantes del mundo, México y Zacatecas se ocuparan prioritariamente de las afectaciones climáticas sobre la raza humana y el daño permanente a la naturaleza pudieran remediarse muchas cosas, pero eso significa enfrentarse a los hombres del dinero de empresas como como Grupo Modelo y otras que están consumiendo el agua de los zacatecanos, pero a ellos no se les toca, al contrario, se les protege con el argumento de que sus industrias crean empleos y generan prosperidad, sin embargo ya urge que se ponga en una balanza el costo-beneficio que se logra con la producción de cerveza, cuando se está acabando el recurso para el consumo humano.
La propaganda oficial a cargo del gobierno y los hombres de la industria, hace responsables a todos los ciudadanos por igual, pero esto es un engaño, es una forma de repartir entre todos la responsabilidad de quienes han sobreexplotado los recursos naturales a cambio de una riqueza material que en muchas ocasiones va a parar a las cuentas de extranjeros, cuando al resto de la población (salvo los trabajadores de las empresas), se conforman con disfrutar de la cerveza que genera un gran número de alcohólicos, de accidentes de tránsito por el consumo de sus bebidas y de enfermos de cirrosis hepática, como consecuencia de estas empresas exitosas.
La presidenta Claudia Sheinbaum, anunció el pasado 30 de abril que se revisarán todas las concesiones de agua existentes en el país y se atenderán especialmente los casos de uso irregular y acaparamiento de políticos y empresarios; pero es con ellos precisamente donde los gobiernos de cualquier color se han topado con pared, pues nunca se ha sabido que se hayan cerrado plantas cerveceras, refresqueras u hoteleras, a pesar de que es evidente la sobreexplotación de los mantos acuíferos y la contaminación de ríos o lagunas.
No hay duda que la actividad humana ha contribuido a la modificación del entorno derivado de la necesidad de sobrevivencia, pero en los últimos tiempos se ha abusado de los mares para la navegación y tránsito de mercancías, se han desviado los ríos para canalizar el agua a sus tierras de cultivo; se ha modificado la genética de las especies vegetales y animales dotándolas de características específicas que le reditúen mayores beneficios; el hombre ha cavado grandes túneles en busca de oro y otros metales para convertirlos en mercancías y hacerse de dinero.
Los ricos de México están de acuerdo en que la 4t entregue dinero en efectivo a los mexicanos empobrecidos, recursos que se recaudan mediante los impuestos de todos los contribuyentes al SAT, pero de ninguna manera permiten que se toque su ganancia. Y para ejemplo está Ricardo Salinas Pliego, el dueño de Elektra y amigo personal del ex mandatario Andrés Manuel López Obrador, que se ha negado a pagar millones a hacienda y no hay razones o poder humano ni divino que lo someta.
Ante la crisis, el gobierno federal ha estado aplazando la construcción de la Presa Milpillas, el exmandatario no se cansó de prometerla desde que inició su gobierno en 2018 y con la actual mandataria se considera un proyecto prioritario que empezará en el mes de agosto, pero con una condición; que todos estén de acuerdo, porque no se hará a la fuerza.
Con una inversión de ocho mil 900 millones de pesos, la obra beneficiaría a más de medio millón de habitantes del corredor industrial que abarca desde Fresnillo hasta el municipio de Guadalupe, ahora hay que esperar que los operadores del gobierno convenzan a los ejidatarios de los beneficios particulares y sociales de la magna obra, mientras eso pasa, los ciudadanos responsables, debemos seguir aplicando y aprendiendo la cultura del agua hasta que los poderosos se acaben los recursos de todos.