Fideicomiso Impuesto Sobre Nómina: clave para crecimiento económico en Zacatecas
Zacatecas, Zac.- En el tablero económico de Zacatecas, el Fideicomiso Impuesto Sobre Nómina (FISN) ha sido la pieza estratégica para el desarrollo industrial y la atracción de inversiones en las últimas dos décadas. Creado en 2001 como un instrumento público de inversión y administración, el FISN permitió canalizar los recursos recaudados del impuesto sobre nómina —gravamen aplicado a las remuneraciones de trabajadores subordinados— directamente hacia proyectos de infraestructura económica, desarrollo industrial y generación de empleo.
A lo largo de su existencia, el FISN no sólo financió obras emblemáticas como el Centro de Convenciones, la Ciudadela del Arte o el Teleférico, sino que se consolidó como el principal mecanismo para incentivar la instalación y expansión de empresas en el estado, sobre todo del sector automotriz. Entre 2011 y 2018, este fideicomiso posibilitó la llegada de firmas clave como Delphi (ahora Aptiv), Johnson Electric, Triumph Group y Koide-KCF. Sólo Aptiv, por ejemplo, generó 2,750 empleos directos en Zacatecas, mientras que Johnson Electric aportó 1,500 y Triumph Group, 500. La política fue clara: los estímulos estaban condicionados a la creación de nuevos empleos formales, generando así un doble impacto positivo: atracción de capital y mejora en el mercado laboral.
Durante el periodo de 2013 a 2019 —etapa de mayor dinamismo del fideicomiso— Zacatecas registró un crecimiento notable en empleos industriales, con un saldo superior a los 18 mil nuevos puestos de trabajo. Esto coincidió con el fortalecimiento de parques industriales como el de Calera y el Aeropuerto, y con el impulso a empresas en sectores emergentes como el aeroespacial, el textil y el de autopartes.
Sin embargo, desde 2019, el FISN entró en una fase crítica. La caída drástica en las aportaciones presupuestales —según registros administrativos de la Secretaría de Economía— redujo su operatividad al mínimo, lo que se tradujo en una contracción del ritmo de crecimiento industrial. Entre 2019 y 2025, el fideicomiso prácticamente dejó de ser un actor relevante en la política económica estatal, justo en un momento en el que se requería consolidar lo avanzado y competir por nuevas inversiones en un entorno nacional cada vez más disputado.
Hoy, bajo la gestión del secretario de Economía, Jorge Miranda Castro, la SEZAC busca reactivar el potencial de esta herramienta. Actualmente, se mantienen negociaciones formales con al menos seis empresas interesadas en instalarse o ampliar operaciones en Zacatecas, cuya inversión estimada asciende a 190 millones de dólares. De concretarse, estas operaciones podrían generar más de 5 mil empleos directos e indirectos, además de contribuir a la diversificación industrial del estado.
Miranda Castro ha hecho un llamado firme a la 65 Legislatura local para recuperar el uso estratégico del FISN. La intención es clara: reactivar el instrumento como palanca del desarrollo económico, aumentar el atractivo del estado frente a nuevos capitales y ofrecer una ruta realista hacia un Zacatecas más competitivo y con mayor bienestar para sus habitantes.
La historia del FISN prueba que, cuando hay voluntad política y claridad en los objetivos, el impuesto puede transformarse en inversión, y la inversión en empleos. El riesgo, ahora, es que la inacción lo convierta en una promesa rota. Como reza el dicho: «No hay peor ciego que el que no quiere ver», y en tiempos de crisis, cerrar los ojos al desarrollo es un lujo que Zacatecas no puede permitirse.
LNY/Redacción