Fuego Cruzado | Impuesto al empleo y el cáncer burocrático

CUAUHTÉMOC CALDERÓN GALVÁN

En Zacatecas, hay impuestos que nacen con promesas y mueren por traición. Uno de ellos es el Impuesto Sobre Nómina (ISN), que en teoría debía ser un instrumento para fortalecer la economía local y que en la práctica se ha convertido en una mordida institucionalizada al empleo formal.

Creado durante el gobierno del perredista Ricardo Monreal, el ISN se justificó bajo una lógica sólida: lo recaudado regresaría al sector productivo mediante un fideicomiso para proyectos estratégicos, infraestructura económica, capacitación laboral, atracción de inversiones y respaldo a los generadores de empleo. La premisa era simple: quien crea trabajo, recibe apoyo.

Pero esa lógica fue dinamitada por uno de los peores males de la política local: Jorge Miranda, conocido en Zacatecas como Jorge “Monreal”. Cuando fue Secretario de Finanzas en el sexenio del priísta Alejandro Tello, Miranda  desvió el objetivo original del ISN, lo pervirtió por completo. Usó el dinero para apagar incendios presupuestales, pagar nómina inflada, mantener privilegios burocráticos y sostener una estructura gubernamental costosa, ineficiente y voraz.

Hoy, el mismo Miranda que desactivó el fideicomiso, reaparece como secretario de Economía del morenista David Monreal con un discurso reciclado, vendiéndose como promotor del empleo. Habla de atracción de inversiones, de naves industriales, de becas para capacitar personal… pero todo eso ya lo tenía en sus manos y lo dejó morir. Él mismo asfixió el único mecanismo con sentido que tenía este impuesto. Ahora lo revive porque conviene y porque habrá “utilidad”, no porque entienda.

Jorge Miranda representa el cáncer burocrático que frena a Zacatecas: operadores políticos enquistados en cargos, toda su familia en el gabinete -¡viva el nepotismo!- sin visión productiva, sin compromiso real con el desarrollo. Funcionarios y familiares que saben administrar pobreza, pero la ajena, porque con ellos es riqueza injustificable. Lo peor, rodeado de burócratas que maquillan fracasos con retórica barata, que disfrazan el saqueo con tecnicismos y que entienden el presupuesto como botín, no como herramienta de transformación.

Zacatecas ha perdido casi 8 mil empleos formales en un año, según el IMSS. Y uno de los factores clave ha sido la falta de políticas públicas eficientes, transparentes y con impacto real. No es casualidad que los empresarios dejen de invertir cuando el gobierno los exprime con un impuesto que no regresa, no rinde cuentas y no transforma nada.

Si este estado quiere recuperar la confianza del sector productivo, lo primero que debe hacer es quitarle las llaves del dinero a quienes ya demostraron que solo saben gastarlo mal. El ISN no puede seguir siendo rehén de quienes nunca han generado un solo empleo y viven de enterrar oportunidades.

Y si alguien debe estar permanentemente inhabilitado para tocar un solo peso público, especialmente del fideicomiso, es Jorge Miranda. Porque nadie que haya sido parte del saqueo puede ahora proclamarse parte de la solución.

El fuego sigue ardiendo.

Nos leemos el próximo lunes.