Claudia Sheinbaum apuesta por Milpillas en plan hídrico

Ciudad de México.- El gobierno federal anunció una inversión de 30,885 millones de pesos en 2025 para 37 proyectos estratégicos de agua, con miras a superar los 186 mil 500 millones al cierre del sexenio. La promesa incluye la generación de 65 mil empleos directos, aunque persisten dudas sobre plazos, transparencia en licitaciones y eficacia real frente a la crisis hídrica que afecta a múltiples estados.

Entre las obras destacadas está la presa Milpillas en Zacatecas, un proyecto clave para garantizar agua en una de las regiones más castigadas por la sequía. La presa Milpillas busca aliviar la escasez, pero organizaciones campesinas exigen claridad sobre reubicaciones y impacto ambiental.

Claudia Sheinbaum, presidenta de México, vinculó el plan al «Programa México», una estrategia para acelerar obras públicas y reactivar la economía. Sin embargo, omitió detalles sobre cómo evitarán los retrasos crónicos que han plagado proyectos similares. «Estamos avanzando en los diseños ejecutivos para licitar pronto», dijo durante su conferencia matutina, sin especificar fechas concretas. Efraín Morales López, titular de Conagua, desglosó tres ejes: tecnificación de riego, obras prioritarias y saneamiento de ríos.

El Programa Nacional de Tecnificación recibirá 62,867 millones de pesos en seis años, con 7,705 millones destinados en 2025 a modernizar 17 distritos de riego. La meta es pasar de 200 mil a 240 mil hectáreas intervenidas, aunque expertos cuestionan si esto compensará la sobreexplotación de acuíferos. En Tabasco, el plan promete rehabilitar infraestructura para asegurar agua en temporada seca, pero hay escepticismo tras fracasos anteriores en controlar inundaciones.

Entre las 17 obras prioritarias, resaltan proyectos como la desaladora de Rosarito (Baja California), la presa El Novillo (Baja California Sur) y el acueducto La Cangrejera-Coatzacoalcos (Veracruz). Mientras, el Plan Agua Saludable para La Laguna (Coahuila) acumula críticas por desvíos de recursos en administraciones pasadas.

El tercer eje, con 1,100 millones en 2025, pretende sanear los ríos Tula, Atoyac y Lerma-Santiago, cuencas históricamente contaminadas por industrias y aguas residuales. Pese al discurso oficial, activistas señalan que sin sanciones a contaminadores, los esfuerzos serán insuficientes. La inversión es ambiciosa en papel, pero el verdadero desafío será ejecutarla sin opacidad ni clientelismo. México no necesita más anuncios; exige resultados.

LNY/Redacción