La tarea es de todos
ANA GABRIELA ÁLVAREZ MÁYNEZ
En muchas ocasiones, dialogamos sobre los problemas que se enfrentan en nuestra vida cotidiana con la gente que nos rodea, y en esos momentos salen a flote cuestiones políticas, laborales o que tengan que ver con esa realidad que vivimos.
¿Por qué comienzo con este planteamiento el texto? Justo porque es verdad, pero también nos toca ver que dentro de esa vida cotidiana nos parece difícil hacer trabajo en equipo, coordinarnos, respetar y buscar seriedad al momento de realizar las actividades laborales. En muchas ocasiones escuchamos decir a la gente que está enojada con aspectos políticos, con el actuar de los patrones, o criticando al “sistema”.
Aquí la pregunta exacta, ¿qué hacemos nosotros como ciudadanos? ¿Estamos organizados, exigimos a los presidentes municipales que se hagan cargo de resolver los problemas del municipio, nosotros somos parte de aquel colectivo que reclama al patrón cuando vemos actos de corrupción, sabemos cuál es el diputado local que representa mi distrito y de qué acciones se encarga?
Estas preguntas son sólo un ejemplo que nos da cuenta cómo nosotros nos volvemos parte del problema al no participar, al no organizarnos y buscar una conciencia mayor. La reflexión surge después de estar en las aulas y ver como se repite la historia, como muchos de los alumnos critican la política, pero no se dan cuenta que están dentro de lo que ahí se decide. Un ejemplo está cuando les pregunto si saben cómo se jubilarán, si saben cuál es el salario mínimo en el país o cuál es el diputado de su distrito y no tienen respuesta.
Surge también después de un fin de semana en el que caminamos por nuestras calles y de pronto comienzas a observar un bloqueo de patrullas, el miedo te invade por la incertidumbre, y después sólo observamos en los medios que fue un asesinato. Qué podemos hacer ante ello, ese final fatídico terminó con la vida de alguien y qué hay detrás, cómo llegan a suceder todas estas reacciones. Si en nuestra ciudad hermosa, con parques agradables, con su bella arquitectura, y no sabemos si estamos seguros.
A pesar de este panorama es valioso darnos la oportunidad para creer, para estar organizados y buscar una situación distinta en nuestro país, hacer realidad aquello que deseamos y observamos, un lugar lleno de riquezas naturales, en donde su gente ha generado cultura, artesanía, alimentos maravillosos, y todo aquello que nos rodea.
Es importante saber que somos parte, que también tomaremos las malas o las buenas decisiones, e insisto en que tenemos un deber con los jóvenes y con la niñez para hacerles entender que hay mucho por hacer. Nosotros elegimos el presidente de una colonia, a un presidente municipal, a un gobernante, y junto a esta organización, deberemos integrar la participación.
La organización en nuestros trabajos, en los entornos en donde participamos, dejarán frutos necesarios para vivir en un mejor país, con mejores áreas verdes, con mayor educación, con la cultura al alcance de todos, nos enseñaremos a respetar, a amar lo que nos rodea, llegando a un fin común que nos genere un mayor bienestar.
Si como sociedad nos mostramos amables al salir a la calle, si en un aula de trabajo nos dedicamos a engrandecer los temas y a comprometernos a ir más allá de lo aprendido, si salimos a dar talleres a los niños en las colonias, si atendemos una cancha deportiva con los vecinos o si regalamos una sonrisa a una persona, son pequeños detalles que pueden significar mucho dentro de este difícil caos.
Creemos en diversas cosas, dioses, personas, ideas, pero necesitamos creer en nosotros mismos y en todo lo que somos capaces de hacer. Que nuestro día a día sea un reto, que hay momentos en que nos llenamos de trabajo, de compromisos, y que eso cuesta, que los resultados no son fáciles, terminar una carrera, una maestría, salir todos los días antes de que el sol salga a trabajar, adversidades que con el tiempo nos harán mejores seres humanos. El tejido social somos nosotros y por ello necesitamos esta fuerza para sostenernos.
* Docente de la UAPUAZ
Unidad Académica Preparatoria de la Universidad Autónoma de Zacatecas