Puño y Letra | Monrealito ¿Dónde Estás?

SILVIA MONTES MONTAÑEZ

ESTE 8M con la gran manifestación femenina convertida en una marea morada que reclama, que exige y que pide justicia en muchos sentidos, dejó en evidencia el gran error de hace un año en que la presencia policíaca acabó con una represión imborrable ya.

DEMOSTRÓ el contingente integrado mayoritariamente por jóvenes que ellas tienen clara conciencia de la lucha de género que llegó para quedarse y que las reúne de manera solidaria en un solo grito que no se puede ni se podrá acallar jamás.

LA TORPEZA de un gobierno ausente que ya ni en discurso menciona a las mujeres se expresó en esta ocasión por el secretario de Seguridad Pública, Arturo Medina Mayoral, con una disculpa absolutamente tardía, tibia y forzada por los hechos del 2024.

DEL AÑO PASADO sigue abierta la herida y las palabras huecas de este señor no sirven para nada porque jamás se castigó a los responsables de la represión que se proyectó a nivel internacional y que generó empatía de colectivos de todas partes.

AL ENVIAR a las mujeres de chaleco naranja a la manifestación del sábado la autoridad se hizo presente y esta vez para obstaculizar el trabajo de los reporteros gráficos a los que  no les permitían tomar fotografías por respetar, dijeron absurdamente, la identidad de las mujeres.

CORPORACIONES ausentes y  observadores de la Comisión de los Derechos Humanos permitieron reportar un saldo blanco que se vio contaminado por el infaltable bloque negro integrado por aquellas que dañan fachadas y rompen vidrios.

LAS MUJERES, sin embargo, demostraron que son una mayoría exigente, sí, pero pacífica y consciente de la importancia de preservar nuestro patrimonio y demandar atención unidas y dispuestas a no ceder en demandas que incluyen, señaladamente la seguridad.

SALIERON de nuevo integrando un contingente ordenado y maduro en el clamor y la consigna infaltable: “vivas se fueron, vivas las queremos”, una frase que se arraigó en el ánimo colectivo mientras automovilistas con su claxon las apoyaban y gente les daba botellas de agua.

Y GRITARON más mucho más sin omitir el nombre de David Monreal como destinatario de su indignación “Monrealito, Monrealito dónde  estás, donde estás, chin…a tu madre donde estés, donde estés”. El como siempre no está ni estuvo en el mensaje que le cedió  a Medina Mayoral.

CONSIGNAS es lo que tienen las miles de mujeres que marchan por convicción, porque se sienten ofendidas, una manifestó que estaba ahí  para protestar porque su esposo la golpea. Las motivaciones son diversas y una sola la fuerza que, insisto, ya no se puede parar.

¿ESCUCHARÁN? Esa es la pregunta ¿Escucharán desde el poder público como para tomar acciones específicas? ¿Cómo registrará la gobernanza esta clase de manifestaciones? Me temo que lo viven como un dolor de cabeza que dura solamente las horas de una marcha.