Acceso al aborto y a la verdad
SARA LOVERA
El 28 de septiembre es un día paradigmático para las mujeres del mundo por dos razones: una, porque celebramos el Día Internacional de las Noticias, de la verdad, de la importancia de la información en estados democráticos; y también es el Día Internacional por la Despenalización y Legalización del Aborto, que anuncia una jornada donde miles de mujeres saldrán en todo el mundo con su pañuelo verde.
Sólo en México están pendientes, por resistencia patriarcal, 17 entidades donde no se ha descriminalizado del aborto y vivimos con amargura el golpe en Aguascalientes, donde se aprobó reducir las semanas para la interrupción, que en la práctica es el camino para volverlo a negar.
Los del 28 de septiembre es una coincidencia importante porque sabiendo que millones de mujeres no pueden acceder a un aborto seguro, subsisten mitos y mentiras sobre este derecho. En México, legalizado en 15 entidades del país, se obstaculiza o niega, precisamente con información poco clara o francamente manipulada. En cinco de las entidades donde es legal, gobiernan mujeres.
Un día por el Acceso Universal a la Información es trascendente en un país como México, donde la mentira oficial sobre muchas cosas es un escándalo. Necesitamos que los gobiernos digan la verdad sobre temas como, por ejemplo: el poder militar que ha construido y por qué no debate con “el pueblo” sobre las consecuencias de la violencia feminicida.
Hoy hay que saber por qué se niega el aborto o por qué se le sigue criminalizando. Y por otra parte informar de cómo, con atención y calidez se podrían evitar algunas muertes maternas por aborto.
En fin, que durante esa jornada veremos movilizarse a mujeres en todo el país. Alrededor del 28 de septiembre ya hay una potente demanda para apurar un acuerdo en el congreso del Estado de México, que podría convertirse en el estado 16 en descriminalizar el aborto. También coincide que en Michoacán el gobernador ya se comprometió a enviar una iniciativa a favor de la libre decisión de las mujeres.
Me preocupa saber que el asunto sigue siendo polémico. Difícil, por la concepción cultural de grandes segmentos de la sociedad sobre la vida y la libertad de las mujeres. Persiste un fuerte estigma en torno al aborto, basado en la idea de que la maternidad es la función obligatoria de las mujeres.
Esta idea permea no sólo la cultura, sino a las instituciones del Estado y sus leyes, lo que representa una violación a los derechos humanos. Dicho estigma constituye la base para la criminalización legal y social del aborto, que afecta de manera concreta a mujeres procedentes de contextos de violencia, marginación económica y falta de acceso la información reproductiva, enviando un fuerte mensaje desde el Estado con respecto a decisiones reproductivas de las mujeres.
Se trata de un círculo vicioso donde se entreveran el derecho a no ser violentadas sexualmente con la negativa del derecho a interrumpir un embarazo. Es preciso entender que la discriminación y la opresión contra las mujeres alimentan un círculo nefasto que necesitamos romper.
Sólo un ejemplo, bien saben las autoridades que las niñas obligadas a ser madres antes de cumplir 15 años son víctimas cotidianas de violencia sexual, por lo que no debería negárseles su derecho al aborto. En los hospitales hay una norma para actuar al respecto, la Nom. 046, pero no la cumplen, especialmente el IMSS. Algo tendría que hacerse. Necesitamos caminar a entornos comprensivos sobre la condición de las mujeres. Sin duda. Veremos.
Periodista. Editora de Género de la OEM y directora del portal informativo http://www//semmexico.mx