Contrastes entre la Secretaría de Gobierno y Seduzac
OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO
En distintas ocasiones he solicitado la intervención de David Monreal Ávila, gobernador del estado, a efecto de lograr la atención de un modesto pliego petitorio que implica diversas solicitudes de carácter básico, que coinciden con el marco constitucional y no implican lesionar el presupuesto público.
Me he esforzado por argumentar que cada una de las acciones solicitadas constituyen un acto de justicia social, pues implica materializar los distintos preceptos legales que disponen los derechos y obligaciones de todos los mexicanos. Sirva a título de ejemplo, que cuando hablamos de pavimentación o introducción de servicios se trata de la materialización del Art. 4 de la Carta Magna; o cuando nos referimos a la edificación de aulas o mejora de instalaciones educativas se trata del anhelo de que se cumpla lo contenido en el Art. 3 que consagra el derecho a la educación, sin embargo no es la justeza o la existencia de base legaloide la que impide la atención de las solicitudes.
Tampoco estamos hablando de limitaciones presupuestales si consideramos que las peticiones fueron expuestas desde hace 3 años, por ende si no podían atenderse en el 2022, podrían considerarse en el 2023 o el 2024, pero nada, simple y llanamente se han archivado o en el mejor de los casos se han desdeñado.
No aplica tampoco “el cambio de política de atender directo”, “sin intermediarios” o la solicitud de presentar de forma individual las propuestas, pues en el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal o en la Secretaría del Campo (Secampo) y en la dependencia que nos lo ha requerido hemos presentado las propuestas de acuerdo a la normatividad impuesta; primero, listado de solicitantes, luego que cada uno debería llenar peticiones personales, y así de acuerdo al interlocutor en cuestión.
Sobre la paciencia y la racionalidad también he dado cuenta, y las “mesas de trabajo” con altos funcionarios han sido reiteradas y prolijas; en todas ellas se plantean rutas, se ofertan soluciones y se habla de compromiso con todos los zacatecanos sin distingo alguno, sin embargo todo queda en bella retórica.
Así han transcurrido casi 3 años, es un escenario realmente desalentador y francamente frustrante, por él, en reiteradas ocasiones se ha dado cuenta de la necesidad de protestar, pero algo nos ha hecho detenernos y es la intervención oportuna y puntual del Secretario General de Gobierno Rodrigo Reyes Mugüerza, que se ha caracterizado por un trato comedido y diligente.
Gracias a lo anterior y a la sensibilidad mostrada por la titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial (Seduvot), Luz Eugenia Pérez Haro, quien diligentemente comisionó a su equipo y posteriormente, de forma personal acudió a manifestar que estaría atenta a lo acontecido luego de establecer una serie de acuerdos a efecto de atender la peticiones de regularización y acciones de mejoramiento a la vivienda.
Ambas acciones dan la idea de que gracias a la sensibilidad de Reyes Mugüerza y Pérez Haro, pareciera que se pretende dar un viraje a la política asumida hasta el momento, habrá que esperar la materialización de lo discutido recientemente, pero de ser así, estaríamos comprobando lo dicho por el gobernador David Monreal de atender a todos por igual.
Sin embargo, no acontece lo mismo en la Secretaría de Educación y Cultura (SEC), donde despacha Mari Carmen Salinas, a quien le hemos expuesto la sevicia de las autoridades del Colegio de Bachilleres (Cobaez), contra Martha Delia González Olivas; y a pesar de que hemos expuesto con energía el problema, jamás se ha acudido a medidas radicales ni tomas violentas y ante ello simplemente se han negado a resolver, pero ahora acontece algo peor, pues ni siquiera se disponen a recibirnos. Tan sólo en la última semana nos hemos apersonado para solicitar audiencia y simple y llanamente nos dicen que la titular no se encuentra y que no han podido exponerle el tema, como si no existiera una agenda en que pueden fijar tal o cual fecha, e incluso se aduce insolencia y desesperación cuando desde hace 13 meses se lanzó a la calle a nuestros compañeros violentando todo derecho adquirido.
Algo no cuadra aquí, es la sensibilidad y el trato del titular de la Segob que contrasta evidentemente con el desdén mostrado por los funcionarios de la SEC. Ojalá que sólo se trate de un lapsus, pero sea una u otra la causa, no queda mejor opción que persistir y por ello acudiremos con una comisión especial de afectados el próximo 29 de agosto, esperamos que encuentren al fin un espacio en la agenda de la titular, de lo contrario acudiremos cada semana a protestar y la culpa no será de los “impacientes” que no aguantan 13 meses de espera, de burlas y maniobras, sino de quien se empecina en cerrar los ojos ante los excesos de sus subalternos. Que conste.