Prevención
SILVIA MONTES MONTAÑEZ
ANTE EL CASO que conmocionó no solamente a los zacatecanos sino al país en que una madre buscadora encontró por fin a su hijo después de nueve meses de que su cuerpo permaneció en el Servicio Médico Forense, se han tomado decisiones sin duda pertinentes.
VIRGINIA ha gritado su desgracia en foros importantes, ha enloquecido de dolor y eso debe sentar un precedente como el que relata el periodista Omar Hernández, respecto a la iniciativa de la Fiscalía General del Estado de Zacatecas a través del área especializada en desaparición forzada.
LA FISCALÍA trabaja en la elaboración del respectivo protocolo para que las familias se involucren y abran lo que denomina “archivo de datos familiares”, en los que se pueden reunir elementos fundamentales al momento de investigar o identificar situaciones extremas.
REACCIONA bien la fiscalía de Cristian Camacho, pues en la tarea de afrontar los peligros de la inseguridad y la violencia, debe participar la sociedad en general como lo dice el discurso pero sin aterrizar en acciones como esta que me parece totalmente viable.
PROPONIENDO pues la fiscalía plantea que en cada hogar zacatecano, los padres de familia se aboquen a integrar una carpeta que contenga teléfonos y si es posible direcciones de los amigos de sus hijos, un elemento que coadyuve a la detección de su ADN, tatuajes, señas particulares y hasta huellas dactilares.
MEDIDAS así son posibles porque las autoridades se abocarán a brindar orientación en planteles escolares para que padres y tutores sepan cómo obtener, por ejemplo la huella dactilar y el ADN para conservarlos en su propio refrigerador y serán de enorme utilidad.
BASTANTE abrumadora la propuesta, pero sin duda conveniente. Nadie quiere pensar en una experiencia como la de Virginia, o cualquier otra madre buscadora pero de haber contado con estos elementos su destino hubiera sido totalmente diferente.
PERTINENTES además las reacciones tanto de la Fiscalía como de las afectadas por las desapariciones que en Zacatecas han venido aumentando mientras casualmente disminuyen los homicidios dolosos. Ante tal realidad más vale estar preparados.
PARA PREVENIR no basta con hablar y hablar ante los niños, los adolescentes y los jóvenes, es imprescindible acompañar la concientización con medidas que en realidad son sencillas y que no están de más para contar con información de hijos, nietos y familiares.
LAS DESAPARICIONES son una realidad de la que casi nunca conocemos el desenlace. Hemos visto marchas y plantones en diferentes momentos y generalmente se minimizan por la autoridad e incluso por la sociedad que se niega a sufrir por este problema.
LAMENTABLES los casos como el de Virginia de la Cruz que padeció un peregrinar que debe servir para emprender nuevas medidas como esta que tendríamos que apoyar seriamente y que a mí me parecen un acierto del Fiscal y sus colaboradores.