Hasta el tope el palenque recibe a Vicente Fernández (Fotogalería)
Zacatecas, Zac.- Apenas unos minutos antes de las 12:00, con un palenque lleno, aunque con algunos vacíos, salió al escenario ferial Vicente Fernández.
Enfundado en un traje charro color amarillo pálido, el originario de Huentitlán saludó a la gente de «Aguascalientes». Tras los chiflidos de protesta, reculó y gritó un «¡Viva Zacatecas!, que hizo olvidar el agravio a los miles de asistentes.
Acompañado de su mariachi, una a una comenzó la travesía por las canciones que lo han llevado a la cima de la fama.
En la apertura de los espectáculos del palenque, en esta Feria Nacional de Zacatecas 2011, el sillerío numerado fue invadido por decenas de funcionarios, diputados y trabajadores del Patronato, que como cada año, como cada sexenio, se adueñaron de los mejores lugares.
Esa promesa de que las cosas «no serían como antes», pronto al calor de los tragos se olvidó.
Así, desde Raymundo Cárdenas, hasta José Bonilla, pasando por el panista Joel Arce y el jefe de gabinete Rafael Sescosse, aplaudieron y se divirtieron de lo lindo.
El contralor Guillermo Huízar, acompañado del director de los Servicios de Salud, Raúl Estrada Day, en las primeras filas también disfrutó del espectáculo, como lo hizo también el director del Issstezac, Artemio Ultreras, y el director del DIF, Héctor Pastor.
El director del Instituto Zacatecano de Cultura, Gustavo Salinas, también acompañado de su esposa hizo acto de presencia; y con su esposa, el secretario de Desarrollo Agropecuario, Guadalupe Flores Mendoza, tampoco de perdió el espectáculo.
Otilio Rivera, subsecretario en la Seplader y Julio César Flemate, director del Hotel Paraíso Caxcán, tampoco faltaron.
Aún así, el gobernador Miguel Alonso pasó la prueba del «aplausómetro»; cuando Vicente Fernández lo saludó, la gente le respondió.
Para cuando Vicente Fernández entonó «Estos Celos», la gente ya se encontraba muy animada, contenta con el espectáculo.
Y Vicente, como de costumbre, se dedicó a besar a todas las mujeres que se acercaban al escenario. Él encantado de los apapachos, y ellas felices con su tronado beso en la boca.
Obviamente no faltó el joven que con botella de coñac en la mano le ofreciera un trago al de Jalisco, que gustoso se la ponía en la boca casi hasta la última gota.
Antes de cantar «Ella», Vicente Fernández pidió un aplauso para su «amigo» Pepillo Origel, quien en primera fila también recibió el aplauso del caluroso público zacatecano.
Sin duda alguna, la gente se le entregó a «Chente», que cumplió como siempre su promesa. «Yo sigo cantando mientras ustedes sigan aplaudiendo».