Hablemos en serio
SARA LOVERA
La Red Nacional de Refugios invitó a Claudia Sheinbaum Pardo a visitar los espacios de protección de mujeres y ahí las escuche, esto a propósito de la propuesta de la presidenta electa, para que las mujeres que sufren violencia, se queden en casa y quien salga sea el agresor.
Una propuesta que “parece razonable”, pero que no funciona; dicha medida está prevista desde 2007 en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida sin Violencia como las medidas de protección y alejamiento de los hombres violentos de la casa de la víctima.
La comedida invitación hecha a la presidenta electa, es de fondo, ¿por qué no hablamos en serio de la crisis humanitaria que se vive en el país?, ¿por qué se han “normalizado” la violencia y el homicidio?, como diciendo “aquí no pasa nada”.
Todo se enfoca en el feminicidio, que de acuerdo con el discurso oficial, ha disminuido hasta en un 37 por ciento, pero esa cifra no nos dice nada, de cara a la condición integral de las mujeres: pobreza, desapariciones, violaciones y abusos.
Hace ya más de 20 años que las cifras suben o bajan, ¿pero realmente eso qué? Los asesinatos de mujeres suceden a diario. Sólo el sábado pasado leímos sin azoroque 5 mujeres fueron asesinadas en Nuevo Morelia; en el municipio de Chicomuselo, Chiapas, se reportaron 11 homicidios, incluido un niño. Eso es sólo una muestra.
Lo cierto es que en este gobierno, en seis años, más de cinco mil mujeres perdieron la vida. ¿ por qué no hablar en serio?”. Los refugios son un derecho y sin ellos, dice la Red, nunca habrá justicia integral.
La gran pregunta es, si ahora con la primera presidenta en 200 años y la creciente participación femenina en los cargos de decisión, se podrá evitar la amenaza y el hostigamiento que enfrentan los refugios desde hace años. ¿Será que todas ellas harán que las cosas para las mujeres mejoren, como por arte de magia, por el “gran avance” democrático que significa la paridad?.
Hay que explicar que en los refugios, las mujeres se ponen a salvo de muchos de los crímenes que las amenazan; ellas son las sobrevivientes de carne y hueso, mientras los crímenes crecen: acoso, hostigamiento, violación, ataques con sustancias químicas, y un largo etcétera.
Por ello, garantizar la vida de esos espacios de protección integral, es imperativo. En México hasta ahora, no hemos logrado transformar la vida de las mujeres. Ellas/nosotras vivimos, sin exagerar, discriminación y exclusión, problema estructural en todas las sociedades patriarcales. Sabemos que la desigualdad es consustancial a las estructuras de poder, no resuelta en ningún gobierno o lugar del mundo.
El llamado es a todas esas mujeres que llegarán o están en el poder, para poder hacer transformaciones que pongan en el centro los derechos humanos de todas las mujeres, niñas y adolescentes.
La invitación cordial y pública, es para que la presidenta electa constate cómo se trabaja en los Refugios para restituir los derechos, la vida y la libertad de las mujeres y sus hijos e hijas.
Ahora en “tiempo de mujeres”, mientras no exista un lugar seguro para ellas y el acceso a la justicia no sea una realidad, los Refugios son una buena alternativa.
Las cifras oficiales señalan que en los primeros cinco meses de este año hubo 243 mil 586 llamadas al 911 y 111 mil, 935 reportes por violencia de pareja. El 46 por ciento de las mujeres usuarias de Refugios solicitaron primero apoyo a las instituciones gubernamentales, sin recibirlo. Señora presidenta porque no escuchar para resolver. Veremos