Pésame

SILVIA MONTES MONTAÑEZ

EL GRITO desgarrador de doña Virginia de la Cruz y su determinación de elegir la Legislatura para expresar el dolor infinito que debe avergonzar a la Fiscalía, pero también al gobierno del estado, fue una fuerte sacudida que nos recordó el horror de la muerte y la violencia.   

ANULÓ las estadísticas que son ciertas, que en verdad nos dan esperanzas porque, en efecto, sentimos que han disminuido los homicidios dolosos, sin embargo, la más absoluta sin razón de un joven cuerpo retenido en el Semefo por negligencia rompe con todo.

LAS CUENTAS se antojan alegres si no están acompañadas con la eficiencia de todas las instituciones responsables de aplicar justicia pronta, expedita, sensible, responsable ¿Cómo pudieron los encargados del área ignorar la existencia de este caso?

CONFRONTÁNDOSE hasta el desfallecimiento, la señora Virginia se aferró a constatar por ella misma que su niño, como lo llama y que lo era con escasos 21 años, estaba en el lugar al que nadie quiere llegar jamás a identificar al ser más querido como lo es un hijo.

CON REALIDADES como la que encontró esta madre buscadora, los “responsables” recogen la más profunda indignación y el rechazo ciudadano, no hay manera de justificar que guarden cuerpos sin vida por tiempo indefinido sin identificarlos.

NEGLIGNCIA significa descuido, desidia, desatención, abandono, desgano, desinterés, indolencia, etcétera, pues todo eso y más representan los personajes insensibles que se encargaban del área y algunos de los cuales han sido despedidos.

CRUELDAD por otra parte quiere decir brutalidad, atrocidad, impiedad, inhumanidad, insensibilidad, sadismo, salvajismo, truculencia y barbaridad ¿No les parece que estos adjetivos son los más adecuados para describir el hecho que enloquece a la señora Virginia?

INSTITUCIONES obligadas a investigar y agotar todas las alternativas posibles para dar respuesta a los afectados por la violencia y la brutalidad en que vivimos, pierden el tiempo frívolamente. La propia Virginia relató cómo encontró a una empleada sentada en las piernas de su compañero.

FALLIDAS las Fiscalías que por la brutalidad de mantener un cuerpo nueve meses a pesar de que la madre iba con frecuencia a indagar, le abonan a la percepción tan negativa que tenemos de nuestra querida tierra y que difícilmente borraremos.

Y UN ZACATECAS abatido por las peores imágenes que jamás vimos aquí se reafirma a nivel nacional y no dudo que internacional como una entidad en primeros lugares de violencia, de inseguridad y ahora de la más absoluta ineficiencia.

DOLIDO se siente el pueblo del terruño que un día fue apacible y grato. Reaparece el luto y la pena. Me he cansado de escribir cuántas cosas más estamos por ver y, como siempre, la realidad supera la más extrema ficción. Mi más sentido pésame a doña Virginia.