Toluca, la desquiciada
RAÚL MANDUJANO SERRANO
En qué momento Toluca dejó de ser segura. El amanuense entiende que no es un tema de partidos, sino de ideologías personales y capacidades porque, Toluca crece y crece. No se detiene. Tal vez por su propia naturaleza o quizá por la voracidad de personajes que lo permitieron, autorizando fraccionamientos a tajo y destajo o aprobando el incremento irresponsable de una infraestructura informal delictiva. Con Juan Rodolfo Sánchez Gómez, como panista, en su primera incursión en 2006, comenzó un orden arbitrario y poco conciliador, pero limpió las calles del ambulantaje y la pillería de carteristas del mercado Juárez.
Poco se puede referir con María Elena Barrera, Martha Hilda González, Braulio Álvarez o Fernando Zamora, pero había orden y eso bastaba. Pero regresó Juan Rodolfo, en su segunda incursión, ahora como morenista, y se lanzó al control del ambulantaje. Contrató cientos de policías para impedir el desorden vial de ciudadanos y otros cientos más como inspectores para regular el comercio. Y aquí comenzó la debacle de Toluca. La tesorería no tenía para pagar a tantos empleados y decidió despedirlos. En julio de 2021, ante las protestas y paros de las labores del municipio por falta de pagos, usted recordará al alcalde en “plantón pacífico” argumentando preocupación por los empleados y sus familias.
Y llegó el priista Raymundo Martínez Carbajal, electo ese 2021 por una coalición con el PAN y el PRD. Y dijo que «gobernaría para todos con justicia, equilibrio y generosidad»… (¡Plop!, dirían los comics de Condorito). Mire, con él, Raymundo, se fingieron pagos y orden administrativo para desangelar las protestas de los empleados, pero, gradualmente los despedían. Los policías y agentes, junto con inspectores, se dedicaron a infraccionar por todo, amparados en un parquímetro virtual engañoso, y mientras presumía ser uno de los mejores ediles, el ambulantaje regresó y se apropió de vialidades y banquetas, la delincuencia se adueñó de la ciudad con ejecutados colgados en puentes, extorsiones y él, bueno, envuelto también en una novela trágica que lo tiene prófugo de la justicia acusado por su propia esposa… Un final inmerecido. No para él, sino para una Toluca siempre progresista.
Hoy es Juan Maccise Naime quien, como alcalde suplente, busca conciliar con una ciudadanía lastimada en los últimos años. Primero, quitó los abusivos parquímetros, ya se ven policías en la calle que no están infraccionando y tuvimos un fin de año más seguro. Que siga así. Al menos se está rodeando de personajes limpios y de trayectorias honestas. Toluca merece dignidad.
Violencia inmisericorde
Mientras degusta de un ponche caliente para enfrentar las enfermedades del gélido inverno en Toluca, el amanuense entiende que los gobernantes quisieran que sólo se hable de lo bonito. Pos sí ¿quién no? Hasta filtros le metemos a nuestras fotos de redes sociales para vernos bonitos. Quizá por eso el presidente acusa a los medios de mentir y exagerar sobre lo que a diario se vive, pero, no, no es ninguna campaña mediática. La violencia, tristemente, se convirtió en el modus vivendi de muchos. En la Encuesta Nacional sobre Seguridad Pública del INEGI, se revela que 7 de cada 10 mexicanos se sienten inseguros en sus ciudades.
Y mire, el informe «Galería del horror: atrocidades y eventos de alto impacto registrados en medios periodísticos» muestra que, de enero de 2020 a diciembre de 2023, se han contabilizado, al menos, 22 mil 930 ‘atrocidades’ que incluyen balaceras, hallazgos de fosas clandestinas, acciones de trata de personas, tortura, calcinamiento, violencia contra migrantes y asesinatos de niños y adolescentes… Eso no es mentira. Que llegué un año de bendiciones para todos. Hasta otro Sótano.
X: @raulmanduj