El equilibrio de la oposición

MIGUEL TORRES ROSALES

A toda costa Andrés Manuel López Obrador quiere apoderarse del Poder Judicial. No para garantizar una justicia imparcial, pronta y expedita al pueblo de México, sino para someterlo a su voluntad, como ya lo hizo con el Legislativo, donde la mayoría oficialista en las Cámaras de Diputados y Senadores cumplen sus caprichos.

Celebro que en la Cámara Alta la oposición sea equilibrio y haya impedido, con 40 votos en contra, que la primera terna enviada por el Presidente alcanzara la mayoría calificada necesaria para designar a una de sus incondicionales. Las 3 integrantes fueron rechazadas, porque no garantizaban la imparcialidad de la Suprema Corte.

Lo anterior, al tratarse de Bertha Alcalde y Lenia Batres, hermanas de sus más cercanos colaboradores, Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación; y Martín Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México. La otra, era la consejera jurídica de la Presidencia, María Estela Ríos. La primera, obtuvo 68 sufragios; la segunda, dos; y la tercera, tres.

El Presidente ya envió al Senado la segunda terna para sustituir al Ministro Arturo Záldivar, que –no olvidemos-, dejó su cargo para sumarse a la campaña presidencial de la aspirante morenista.

Con la poca capacidad que López Obrador tiene a la frustración y para imponer a su incondicional en la nueva terna incluyó otra vez a Bertha Alcalde y Lenia Batres; sólo agregó a Eréndida Cruzvillegas, actual jefa de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Cultura.

Es decir, el tlatoani de la transformación de cuarta insiste en meter a sus allegadas, en perjuicio de la autonomía del Poder Judicial.

Si ese mismo interés y terquedad tuviera el Presidente para resolver el problema de la inseguridad, México estaría de gane. Pero no, persiste en mantener su fallida estrategia de “Abrazos no balazos”, que ha puesto al país de rodillas ante el crimen organizado.

Como ejemplo la reducción del presupuesto para el 2024 que el oficialismo aprobó para la impartición de justicia en la nación. Y como muestra, también está mi estado Zacatecas, donde hace unos días fue emboscado el Director de Seguridad Pública de Fresnillo, Antonio Soledad Pérez, ataque certero en el que falleció, junto con un agente, un elemento canino y un civil.

El sábado se informó de la muerte del segundo policía herido en la emboscada; mientras, por la tarde de este mismo día, en el Mineral se registraba otro ataque a uniformados de la Fuerza de Reacción Inmediata, que dejó como saldo un delincuente muerto y otro herido. Ese es el pan de todos los días en uno de los municipios más violentos del país y donde sus habitantes se sienten más inseguros.

Y eso sí, la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, en su comparecencia por el 5to Informe de Gobierno, fue a la Cámara de Diputados a burlarse de la gente, pues dijo que el índice delictivo va a la baja y que tan contenta está la gente, que le “preocupan más los baches que los problemas de inseguridad”.

Como integrante del Grupo Parlamentario del PRD en la Cámara Baja seguiré siendo la voz de las y los mexicanos para defender sus causas, como lo es prioritariamente la seguridad pública y la pacificación del país.