Rutas peligrosas
RAÚL MANDUJANO SERRANO
Mire –dice el periodista sotanero-, el INEGI dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana. En ella precisó que el 62.3 por ciento de la población de, entre 18 y 45 años, consideran inseguro vivir en su ciudad. Esto es, seis de cada 10 personas en el país, en cada estado y sus municipios. Pero en Toluca, de acuerdo con este sondeo, son cuatro de cada 10 quienes temen vivir aquí.
Lo explico con un ejemplo personal –dice el amanuense-. A mis hijas las han asaltado en el transporte público, sobre todo autobuses, en no menos de 7 ocasiones, cada una. Claro, no sólo a ellas, sino a todos los pasajeros y chóferes. Las rutas que utilizan para dirigirse a la Universidad y el trabajo son Atsuzi, en dirección a la Floresta y a Isidro Fabela, así como Xinantécatl, con dirección al centro de Toluca. Ambas empresas no son las únicas, pero, de acuerdo con algunos conductores, son las más atacadas por delincuentes, sobre todo en las vialidades de 1 de Mayo e Isidro Fabela, Alfredo del Mazo y Lerdo, en Venustiano Carranza y Tollocan.
La propia Encuesta precisa que, en cuanto a la inseguridad en el transporte, el miedo ocurre para ocho mujeres de 10 que al subir al transporte se sienten incómodas o amenazadas, igual que seis de cada 10 hombres.
Probablemente el alcalde de Toluca se siente descansado porque la cifra no ubica a la ciudad como insegura, pero la gente aún no alcanza a comprender la falta de inteligencia operativa contra el delito. Y no es para echar culpas o lavarse las manos con que, al suceder un delito, ya es chamba de la FGJEM. Una policía local como la del señor Martínez Carbajal sólo busca infraccionar vehículos y cobrar multas, pese a que, en muchas colonias y barrios, por las noches, las detonaciones de bala, los asaltos a transeúntes son frecuentes y una sola unidad, con esos agentes con lentes oscuros, cascos y “bien acá”, no aparecen ni por obra o gracia de Dios.
Quizá tengan mucho que ver los concesionarios de líneas del transporte, pero, sabe qué si sería útil, en lugar de andar “cachando mordidas”, que se atacara a las unidades “piratas”, frenar los paraderos de “taxis colectivos”, identificar las unidades que cada empresa tiene y cada conductor, así no sólo se regularizaría el transporte en las calles de la ciudad, sino que se ampliaría la capacidad para inhibir delitos y se mejoraría la circulación. Debería entenderlo alguien que ocupó esa responsabilidad a nivel estatal pero bueno… De cualquier manera, y no le creo al 100 a la Encuesta del INEGI (me parece que son más), el 40 por ciento de los toluqueños temen vivir aquí. Yo soy uno.
Colofón.- La culpa es de los pobres
Mientras degusta de un filete de pescado aderezado de verduras al vapor, el incómodo periodista hace referencia a que, de acuerdo con investigadores de la UNAM, el ITESM, el CINVESTAV y la UAEMEX, la pobreza es detonante de la violencia, y ha sido cuna de revoluciones, levantamientos armados, narcotráfico y delincuencia en general.
Los principales criminales que han hecho su historia en México, detenidos, en fuga o muertos, como Celso Ortega, Nazario Moreno, “La Tuta”; “el Chango Méndez”, “El Chapo”; “El Marro”; Vicente Carrillo; los Arellano; «El Mayo» Zambada; Amado Carrillo o “Caro” Quintero, tienen su origen en historias de pobreza. La pobreza no es pretexto para hacer sicarios, pero la falta de oportunidades… a veces… Hasta otro Sótano.
Twitter: @raulmanduj